Medio Ambiente y Sostenibilidad

Una propuesta de ropa ética y natural que estaba en el lugar y el momento indicado

Una marca estadounidense City of Angels, con su gama de productos básicos orgánicos y sostenibles había elegido tener un espacio dentro de la cadena de supermercados Whole Foods, que se ocupa de productos buenos para la salud. Cuando sólo las tiendas de alimentos quedaron abiertas, sus prensas, cómodas y naturales quedaron en primera línea.

La pandemia ha complicado a muchas marcas y minoristas estadounidenses, ya que su propagación constante ha continuado durante los meses de verano. Pero las interrupciones de la cadena de suministro y el gasto moderado del consumidor no han diezmado unilateralmente la industria de la confección.

De hecho, algunas marcas han encontrado una manera de prosperar a través del caos, y lo están haciendo a través de una combinación de productos bien posicionados y control sobre sus cadenas de valor. Ahora más que nunca, las operaciones simplificadas son una bendición para las empresas, y el estilo simple puede ser clave para llegar a los compradores que están en su cuarto mes de cierre.

A medida que la temporada de primavera comenzó a tomar un aire de pesimismo, la marca y fabricante de City of Angels, LA Relaxed, se encontró inesperadamente en el asiento del gato.

La etiqueta pequeña ha disfrutado de una relación de larga data con la cadena de supermercados Whole Foods preocupada por la salud desde su lanzamiento en 2015 con su gama de productos básicos orgánicos y sostenibles.

En un momento en que muchos compradores solo se arrastran fuera de la casa para recoger alimentos y otras provisiones necesarias, la estrategia ha demostrado ser premonitoria. Diseñador Claire Hoppe dijo Sourcing Journal que la empresa se siente afortunada de tener el ladrillo y mortero de la exposición, como huellas físicas muchas marcas se están reduciendo. «Durante mucho tiempo, la gente no podía ir a ninguna parte excepto a la tienda de comestibles, por lo que tuvimos una gran afluencia de nuevos clientes», dijo.

La comodidad y la conveniencia se han convertido en los dos factores principales que impulsan las decisiones de vestuario, y LA Relaxed se especializa en conceptos básicos pulidos pero cómodos. Al igual que muchos otros, la compañía también se ha dedicado a la fabricación de cubiertas faciales, vendiéndolas junto con sus ofertas de ropa.

El floreciente negocio directo al consumidor de la marca apenas comenzaba a recuperarse cuando llegó la pandemia, dijo Hoppe. Desde el cierre de la venta minorista, el interés se ha intensificado, en muchos casos debido a los consumidores que descubrieron la etiqueta en la tienda. «Ambos canales han estado creciendo», dijo Hoppe, describiendo una reunión reciente en la que los ejecutivos de Whole Foods presentaron los mejores números que la marca había visto desde su inicio. «Vimos que las cosas se duplicaron de la noche a la mañana».

Las operaciones de fabricación vertical de la compañía en Los Ángeles han visto un mayor interés de las marcas estadounidenses.

Hoppe cree que los éxitos actuales de LA Relaxed se derivan de su enfoque en el estilo actual, materiales sostenibles y fabricación local ética.

El equipo de LA Relaxed incluye aproximadamente 20 empleados, incluidos el equipo de diseño y ejecutivo, así como también especialistas en alcantarillas, recortadoras y control de calidad, que trabajan en la misma ubicación de la fábrica en el centro de Los Ángeles.

«Todavía hacemos todo no solo en Los Ángeles, sino en nuestra propia fábrica vertical «, dijo Hoppe, donde la compañía paga a sus trabajadores por cada prenda que producen. «Los derechos humanos son tan parte de la sostenibilidad como las telas o la reducción de residuos».

Los tejidos se obtienen de fábricas locales centradas en la sostenibilidad que elaboran telas de algodón orgánico, lino de cáñamo, modal y Tencel Lyocell . «Los tejidos son un poco más resistentes porque la mayor parte de la producción de tejidos se ha trasladado al extranjero», agregó Hoppe. «Trabajamos con importadores y convertidores locales que pueden verificar su cadena de suministro».

Como principal fuerza creativa de la marca, Hoppe pasa gran parte de su tiempo investigando nuevas fabricaciones. «Si gastamos un poco más para comprar una tela que sea sostenible, la fábrica tiene más incentivos para crear nuevas formulaciones y mezclas», dijo, «lo cual es fundamental para nosotros».

Si bien estos materiales son más caros de usar, Hoppe dijo que parte de la propuesta de valor de la marca es mantener un precio accesible. Para lograr un cambio en toda la industria, las marcas éticas llegan mucho a más compradores.

«Creo que hay un segmento creciente de personas que realmente se preocupan y hacen su investigación y no tienen problemas para pagar más por un producto hecho éticamente», dijo. «Pero sí creo que hay una gran parte de la población que, según su estado financiero, realmente no puede tomar esas decisiones, ni siquiera tiene el lujo o el tiempo para pensarlo».

En última instancia, depende de las marcas tomar «un poco de margen» al servicio de ampliar su alcance, dijo.

Añadió que las fibras sostenibles y orgánicas utilizadas en las prendas relajadas de Los Ángeles tienen beneficios más allá de su suavidad. Por ejemplo, las fibras de Lyocell utilizadas para fabricar algunos de los monos de la marca son lo suficientemente transpirables como para ayudar con la termorregulación y son naturalmente antibacterianas. La marca ha trabajado con el programa LA Protects del alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti en la creación de EPP con estos materiales especializados, dijo.

Los compradores se han inclinado por la gama de prendas básicas y separadas para hombres y mujeres de LA Relaxed, como camisetas, pantalones cortos de motorista, vestidos fáciles de llevar y monos de mezclilla y lino de Lyocell que tienen un atractivo de «atuendo instantáneo».

«Eso es parte de todo nuestro espíritu: estar relajado no se trata solo de sudar», agregó. «Se trata de sentirse cómodo con quién es usted y cómo interactúa con el mundo que lo rodea: desea verse y sentirse bien, para poder operar a diario».

El apósito de una pieza ha demostrado ser popular durante la pandemia, ya que los consumidores buscan opciones cómodas pero pulidas.

Si bien muchas empresas han tenido que dar un paso atrás para reevaluar sus estrategias y lamer las heridas de esta temporada, LA Relaxed está avanzando. «Ha sido agradable ver que podemos crecer y seguir trabajando en nuestros nuevos desarrollos y encontrar nuevas telas para el otoño», dijo Hoppe. Además de trabajar en una colección de tinte de prendas de algodón orgánico con una casa de tinte local, la etiqueta también continuará donando máscaras a hospitales locales en Los Ángeles junto con centros médicos en Nueva York y Boston.

Y a medida que una guerra comercial continua con China y las persistentes preocupaciones sobre el coronavirus impregnan la industria, la fabricación en los Estados Unidos se ha convertido en un tema de conversación. Hoppe dijo que la mitad del negocio de LA Relaxed se basa en la fabricación al por mayor de otras marcas estadounidenses, y la compañía ha recibido una sorprendente afluencia de preguntas en los últimos meses.

«Hemos tenido tantas preguntas que hemos tenido que decirle a la gente que no podemos acomodarlas», dijo. «Especialmente ahora, hemos reducido las horas, los turnos escalonados y la gente se está distanciando, por lo que no podemos acelerar las cosas».

El interés de la marca surge del deseo de producir más cerca de casa, disminuir los plazos de entrega y crear una cadena de suministro más ágil y reactiva. «Cada vez que estás fabricando te encuentras con obstáculos, problemas y problemas», dijo Hoppe. «Pero cuando está aquí mismo en su edificio, puede reaccionar de inmediato, en lugar de tomar semanas o meses».

Producir en lotes más pequeños también le permite a la compañía probar el desempeño del mercado de sus productos y evaluar si satisfacen una necesidad demostrada. «Si lo hacen, podemos producir más rápidamente», dijo. «Si no lo hacen, y no son lo correcto para nuestro cliente, o encontramos un problema con los productos en sí mismos, no hemos malgastado dinero en tela o haciendo toneladas de prendas».

Si bien la fabricación nacional ha adquirido indudablemente un atractivo romántico en las últimas temporadas, Hoppe dijo que muchos ejecutivos aún están sujetos a una gran conmoción cuando se les informa de cuánto costaría mover sus operaciones.

«Eso es parte de nuestro proceso educativo», dijo. “Si quieres hacer algo éticamente, te costará más. Tienes que pagar razonablemente, debes darle descansos a las personas, debes marcar todas las casillas, y eso puede ser una píldora difícil de tragar para muchas marcas”.

Si bien LA Relaxed desea expandirse para dar cabida a más socios, la compañía está esperando hasta que las cosas sean más seguras para los trabajadores, dijo Hoppe.

«Probablemente estamos preparados para el crecimiento, pero será de una manera lenta y medida», dijo. «Lo estamos manejando y veremos el próximo año a dónde va».
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Sourcing Journal / Comunidad Textil

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Cambia la percepción de los consumidores sobre la moda sostenible tras el Convid 19?

El equipo de expertos en Retail de Simon-Kucher & Partners, consultora global de estrategia y marketing, analizó la percepción del consumidor sobre la sostenibilidad del sector de la moda, durante el periodo de la pandemia. En un informe, que sólo analizó el mercado español pero puede ser aplicado a otros mercados, ofrece una serie de datos de interés para los agentes involucrados en todo el proceso del mercado textil.

La consultora asegura que la realidad es que actualmente, y a causa de la situación que se está viviendo por la crisis sanitaria, existe mayor conciencia social en cuanto a los hábitos de consumo. Los consumidores se están volviendo más sostenibles y responsables, lo que conlleva a un replanteamiento del sector de la moda alrededor del concepto de la sostenibilidad.

El “Estudio de sostenibilidad en el sector de la moda”, que ha elaborado Simon-Kucher & Partners, tiene como objetivo de entender mejor el impacto de la sostenibilidad en los hábitos de compra en España. El trabajo aporta interesantes conclusiones, que sin duda son también aplicables, en gran medida, a mercados de países de América Latina.

• Los consumidores tienen cada vez más conciencia ecológica y buscan comprar productos y servicios de empresas que estén comprometidas con el medio ambiente.

• Las marcas 100% sostenibles por ahora tienen una modesta penetración en la cesta de la compra de los españoles (∼7%) pero continúan creciendo.

• El compromiso con la sostenibilidad debe comunicarse de manera efectiva. Los consumidores modificarían su decisión de compra en función de la sostenibilidad de la prenda si conocieran mejor las razones (bajas emisiones, uso de materiales sostenibles, condiciones de trabajadores, etc.).

• Las principales marcas de moda en España tienen una percepción de sostenibilidad baja y muy similar entre ellas.

• Instagram y Google son los principales canales para informarse sobre sostenibilidad.

• Los consumidores perciben justo que la versión sostenible de una prenda cueste en torno a un 20-30% más que la prenda regular.

• Las mujeres y jóvenes están más concienciados con la sostenibilidad que se ve traducido en una mayor disposición a pagar por ella.

• Existen relevantes umbrales psicológicos en el precio de productos de moda con caídas pronunciadas de la demanda potencial al superarlos.

Según palabras de Miguel Ángel Herrero, director del área de retail de Simon-Kucher & Partners, “en el contexto de mercado actual donde los cambios de tendencias están generando nuevos retos es muy importante que las empresas de moda se adelanten y sean capaces de aprovechar las oportunidades que se están generando en relación a la sostenibilidad”.
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Noticiero Textil / Comunidad Textil

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Francia prohibió por Ley la destrucción de productos que no hayan sido vendidos

Máquina utilizada para destruir prendas no vendidas de grandes marcas.

El estado francés aprobó una ley que prohíbe a las compañías de indumentaria y artículos de lujo destruir productos no vendidos o devueltos y obliga a su reutilización o reciclado. Pero, la ley no incluye castigos a los infractores. En Francia cada año se destruyen productos por valor de US$ 700 millones.

El parlamento francés aprobó recientemente una ley que prohíbe a las empresas de ropa de diseño y artículos de lujo destruir productos no vendidos o devueltos -incluidos productos de higiene y cosméticos- y garantizar su reutilización, reciclaje y redistribución. Francia ya prohibió a los supermercados tirar los alimentos no vendidos y los obligó a donarlos a organizaciones benéficas.

Sin embargo, el político francés Arash Derambarsh apuntó un detalle esencial: que la nueva ley no tiene la disposición de castigar a los infractores.

La oficina del primer ministro francés, Édouard Philippe había infromado previamente que cada año en el país se destruyen o tiran más de $ 700 millones en productos de consumo.

La compañía Burberry fue denunciada por quemar productos no vendidos.

El gobierno francés afirmó que la ley es la primera en el mundo. El proyecto de ley de 130 artículos, destinado a promover la economía circular, fue adoptado después de que la cámara baja, Assemblée Nationale, lo aprobara y la cámara alta, el Sénat, llegara a un acuerdo. El proyecto de ley obliga a los productores, importadores y distribuidores a donar productos sin vender, excepto aquellos que presentan riesgos para la salud o la seguridad, según informes de los medios de comunicación europeos.

La ley no solo alienta la venta de alimentos sueltos a los clientes, sino que también ordena a los fabricantes, que usan plástico en sus productos, que publiquen los detalles sobre la presencia de ‘disruptores endocrinos’.

La ley apunta a reducir a la mitad el uso de plástico de un solo uso y todo el plástico reciclable en los próximos cinco años. También prohibirá el uso de envases de plástico en restaurantes de comida rápida y comida para llevar en los próximos tres años. La ley tiene una cláusula de «quien contamina paga», según la cual las empresas deben financiar la destrucción de los desechos creados por ellas.
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Itfashion /Comunidad Textil

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Harán en México en 2020 un índice de transparencia en la industria de la moda

Las ONGs Fashion Revolution y Arlenica esperan realizar un “Indice de Transparencia de la Industria de la Moda en México 2020”. El estudio buscará realizar un ejercicio de transparencia tomando al menos “20 de las empresas más representativas del sector retail y marcas del país”.

Fashion Revolution y Arlenica anunciaron en conferencia de prensa que realizarán en México un estudio en busca de conocer las actuales condiciones en materia de transparencia en el sector de la moda local.

Las entidades prometieron que en el futuro la industria de la moda mexicana “contará con una herramienta rigurosa y objetiva para fortalecer la transparencia en sus diversos procesos de su cadena de suministros”. En este sentido, destacaron que ese sector tiene un importante peso económico -2.4% del PIB nacional- y es una importante generadora de puestos de trabajo dado que sólo en 2018 creó más de 500 mil, de los cuales 6 de cada 10 los ocuparon mujeres.

Según Fashion Revolution y Arlenica, el “Indice de Transparencia de la Industria de la Moda en México 2020 tiene por objetivo ser una herramienta que contribuya a mejorar la calidad de vida de los trabajadores involucrados en el sector, así como a concientizar sobre un uso más racional de sus materias primas y recursos naturales”. Además, buscará estimular “una industria donde impere la justicia social y ambiental, la transparencia, la trazabilidad y la seguridad”.

Arlenica y Fashion Revolution presentaron su plan en una conferencia de prensa.

La metodología para definir el “Indice de Transparencia de la Industria de la Moda en México 2020” será aplicada por las mencionadas entidades.

“Mediante un proceso de selección de las empresas participantes y la aplicación de cuestionarios encaminados a obtener información específica en materia de transparencia, este Índice buscará colocar el tema en la agenda pública del país”, aseguran. Y explican que el mismo “permitirá obtener información clara y objetiva sobre los principales retos que enfrenta la moda en la actualidad. Impulsando así un cambio de paradigma en este rubro industrial, en donde los minoristas, marcas y consumidores podrán estar más conscientes de sus retos y generarán acciones para enfrentarlos exitosamente”.

Tras la firma de esta alianza, Carry Somers, fundadora y directora global de Fashion Revolution, señaló que la industria de la moda enfrenta importantes retos en materia de desarrollo del negocio y equidad social, de ahí la importancia de realizar este Índice en el país.

Según informaron, el Indice de Transparencia de la Moda, ha sido aplicado por cuatro años consecutivos a escala global y dos en Brasil. En ambos casos –dijeron- se observó una clara influencia del Índice en las marcas para que divulguen más y mejor información.

De acuerdo con Efraín Martínez, Coordinador Nacional de Fashion Revolution, diez estados del país concentran el 78.9% de la producción del sector vestido del país. Destacan Ciudad de México (24.5%), Edomex (19.4%) y Puebla (8.7%).

“En el caso del sector cuero y calzado, México es el noveno productor a nivel mundial, con Guanajuato a la cabeza, donde se manufacturan 7 de cada 10 pares de zapatos en el país”. Razón por la cual para el Índice mexicano este sector resulta estratégico.

Por su parte, Lorena Cortés, Directora Ejecutiva de Arlenica, explicó que este Indice contribuirá a identificar las condiciones proclives a ser mejoradas en términos de derechos humanos y laborales. Añadió que, “a través de la información generada, se podrán sugerir acciones a tomar para que las empresas comiencen un camino de fortalecimiento hacia la transparencia”. Al tiempo que identificará cuáles deben las mejoras en el corto, mediano y largo plazo.

Cortés enfatizó que la transparencia ofrece empoderamiento tanto a las empresas y marcas como a las personas involucradas en la industria. “Es una herramienta para mejorar el modelo de negocio y las condiciones de vida de las personas involucradas en la moda”, opinó.

Fashion Revolution es un movimiento global sin fines de lucro con presencia en más de 100 países, que busca orientar hacia una industria de la moda que conserve y restaure el medio ambiente y valore a las personas por encima del crecimiento y las ganancias. Busca que las marcas sean transparentes en sus procesos para que los consumidores sepan bajo qué condiciones trabaja la gente que conforma su cadena de valor.

Por su parte, Arlenica es una organización mexicana sin fines de lucro que desarrolla diversas investigaciones e intervenciones para estudiar, entender y generar estrategias para evitar la normalización de la violencia y sus consecuencias sobre las libertades en México, América Latina y el Caribe.
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Arlenica / Comunidad Textil

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Human Rights Watch detalla los progresos alcanzados en materia de trabajo ‘decente’

La entidad internacional de derechos humanos asegura que “aumenta la transparencia en la industria de la confección” e informa sobre la creación de Garment Industry Transparency. Advierte que “se necesitan leyes para garantizar que las empresas adopten prácticas de derechos humanos”.

Una coalición de sindicatos, grupos de derechos humanos y defensores de los derechos laborales emitieron en diciembre un informe conjunto. En el anuncia que en los últimos tres años, las marcas y minoristas de ropa y calzado han aumentado drásticamente su divulgación de información sobre sus cadenas de suministro.

En 2016, esa coalición creó el Compromiso de Transparencia, un estándar mínimo de transparencia en la cadena de suministro de moda para que activistas, trabajadores y consumidores puedan averiguar dónde se fabrican los productos de una marca.

El informe de 15 páginas, “Fashion’s Next Trend: Accelerating Supply Chain Transparency in the Garment and Footwear Industry” (“La nueva tendencia de la moda: acelerar la transparencia de la cadena de suministro en la industria de la confección y el calzado”), describe cómo decenas de marcas y minoristas divulgan públicamente información sobre sus fábricas proveedoras. Esto se ha convertido en una actitud ampliamente aceptada para identificar y abordar mejor cuando hay abusos laborales en las cadenas de suministro de la industria de la moda.

Aruna_Kashyap, asesora legal Senior de la división de derechos de la mujer de Human Rights Watch.

Según Aruna Kashyap, asesora legal sénior de la división de derechos de la mujer de Human Rights Watch, “la transparencia no es un remedio para los abusos de los derechos laborales, pero es fundamental para una empresa que se describe así misma como ética y sostenible”.

La funcionaria apuntó que “todas las marcas deberían adoptar la transparencia en sus cadenas de suministro, pero en última instancia se necesitan leyes que exijan esta transparencia y hagan obligatoria la implantación de prácticas fundamentales de derechos humanos”.

Hasta el momento, 39 empresas se han alineado o se han comprometido aplicar el estándar del Compromiso de Transparencia: 22 de ellas se encuentran entre las 72 empresas con las que empezó a colaborar la coalición en 2016. De las 74 empresas a las que finalmente contactó la coalición, 31 no cumplieron el compromiso acordado, pero 21 no estaban dispuestas a divulgar públicamente información relevante.

La transparencia de quién son y cómo trabajan sus proveedores es una herramienta poderosa. Ésta promueve la rendición de cuentas de las empresas sobre el cumplimiento de los derechos de los trabajadores de la confección, en las cadenas de suministro globales.

Es una prueba de que una empresa sabe dónde se fabrican sus productos y también permite a los trabajadores y defensores de los derechos humanos y laborales alertar a la empresa acerca de abusos de derechos en fábricas de proveedores. La información sobre las fábricas que proveen a las marcas puede ayudar a los trabajadores a obtener un acceso más rápido a la reparación por abusos contra sus derechos humanos.

La acción corporativa voluntaria es limitada, dijo la coalición. Sería más eficaz la aprobación de leyes nacionales que exijan que las empresas realicen la debida diligencia en materia de derechos humanos en sus cadenas de suministro, incluida la divulgación pública al menos de las fábricas con las que trabajan.

Desde mediados de 2018, la coalición también se ha comprometido con siete Iniciativas de Empresas Responsables (RBI, por sus siglas en inglés). Son grupos de empresas y otros que buscan impulsar prácticas comerciales éticas entre sus miembros corporativos, para promover la transparencia de la cadena de suministro a través de sus políticas y acciones.

La transparencia entre los miembros corporativos de las RBI varía significativamente, dijo la coalición. Al no exigir la divulgación pública de las fábricas de proveedores por parte de todos sus miembros, estas iniciativas refuerzan el status quo en la industria. La coalición instó a la RBI a desempeñar un papel de liderazgo al exigir a las compañías, como condición de membresía, que divulguen públicamente información sobre sus cadenas de suministro para enero de 2020, como mínimo, de acuerdo con el estándar del Compromiso de Transparencia.

En opinión de Christie Miedema, coordinadora de campañas de Clean Clothes Campaign, “las Iniciativas de Empresas Responsables deberían dejar de poner excusas para las empresas que desean seguir manteniendo sus proveedores en la opacidad”.

Agregó que deberían seguir el ejemplo de las empresas pioneras para darles a los trabajadores y activistas acceso a la información que necesitan, para ayudar a abordar los abusos en el lugar de trabajo.

La Fair Labor Association, un RBI con sede en Estados Unidos, anunció en noviembre el requisito de que todas sus marcas y minoristas miembro debían divulgar públicamente la información sobre la cadena de suministro, alineada con el estándar del Compromiso de Transparencia, y hacer que la información estuviera disponible en formatos de datos abiertos accesibles para el 31 de marzo de 2022. La Fair Labor Association estima que más de 50 marcas y minoristas deberán seguir esta nueva política y que, a partir de abril de 2022, podrían tener que someterse a una revisión especial de la junta en caso de incumplimiento.

Numerosas marcas y minoristas en todo el mundo continúan resistiéndose a publicar nombres, direcciones y otros detalles de las fábricas que elaboran sus productos de marca.

El Acuerdo Holandés sobre Prendas de Vestir y Textiles Sostenibles (AGT) exige que sus miembros divulguen información sobre sus fábricas proveedoras a la secretaría del AGT, que se hace pública en forma agregada a través de la red de Open Apparel Registry. Esta es una base de datos de acceso y búsqueda fáciles que proporciona información sobre la afiliación de las fábricas a marcas y RBI.

Por su parte la Iniciativa de Comercio Ético del Reino Unido y la Fair Wear Foundation han tomado medidas para mejorar la transparencia de la cadena de suministro de sus miembros. La Sustainable Apparel Coalition, Amfori y la Asociación Alemana para Textiles Sostenibles tampoco han tomado medidas para vincular la transparencia con sus requisitos de membresía.

Bob Jeffcott, analista de políticas de la red Maquila Solidarity Network, puso de relieve la importancia de que los gobiernos adopten leyes que obligue a las empresas a cumplir con el respeto de los derechos humanos en sus cadenas de suministro globales e informen dónde y cómo se fabrican sus productos. “Dicha legislación -explicó-, es clave para crear igualdad de condiciones entre las empresas y proteger los derechos de los trabajadores”.

Para obtener más información sobre las 74 empresas con las que ha estado en contacto la coalición desde 2016, y otras compañías que han revelado su información o han asumido nuevos compromisos, consulte el Anexo II. A continuación encontrará un breve resumen:

A fines de noviembre de 2019, de las 74 empresas con las que la coalición contactó desde 2016:
• 22 empresas están totalmente alineadas o comprometidas a cumplir con el estándar del Compromiso de Transparencia. Estos son: adidas, ASICS, ASOS, Benetton, C&A, Clarks, Cotton On, Esprit, G-Star RAW, H&M, Hanesbrands, Levi Strauss, Lindex, Mountain Equipment Co-op, New Balance, New Look, Next, Nike, Patagonia, Pentland Brands, PVH Corporation y VF Corporation. 31 compañías se comprometieron a publicar o publicaron al menos los nombres y direcciones de sus fábricas proveedoras, pero aún no cumplieron con el estándar de compromiso. Estas son: ALDI North, ALDI South, Amazon, Arcadia Group, Bestseller, Coles, Columbia, Debenhams, Disney, Fast Retailing, Gap, Hudson’s Bay Company, Hugo Boss, John Lewis, Kmart Australia, Lidl, Marks and Spencer, Matalan, Mizuno, Morrisons, Primark, Puma, Rip Curl, Sainsbury, Shop Direct, Target Australia, Target USA, Tchibo, Tesco, Under Armour, Woolworths y Zalando.

• Dieciocho empresas aún no han divulgado públicamente información sobre su cadena de suministro. Entre ellas: American Eagle Outfitters, Armani, Canadian Tire, Carrefour, Carter’s, Decathlon, Dicks ‘Sporting Goods, Foot Locker, Forever 21, Inditex, KiK, Mango, Ralph Lauren, River Island, Sports Direct, The Children’s Place, Urban Outfitters y Walmart. Dos compañías –Abercrombie & Fitch y Loblaws– revelaron el nombre de la fábrica y el país únicamente, sin proporcionar la dirección. Desigual se ha comprometido a publicar nombres de fábricas por país en 2020.

Además, a fines de noviembre de 2019, otras 17 compañías que no se encuentran entre las 74 enumeradas anteriormente publicaron su lista de fábricas de proveedores en plena alineación con el estándar del Compromiso de Transparencia o se han comprometido a hacerlo para 2020. Estas son: Alchemist, Dare to be, Eileen Fisher, Fanatics, Fruit of the Loom, HEMA, KappAhl, Kings of Indigo, Kontoor Brands, Kuyichi, Lacoste, Lululemon Athletica, Okimono, Schijvens, Toms, We Fashion y Zeeman. Gildan ha comenzado a revelar información y está por cumplir con el estándar de compromiso.
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Human Rights Watch / Comunidad Textil

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De la ‘emergencia climática’ a las acciones concretas en un sector con varios temas ambientales para resolver

El Palamento Europeo declaró la Emergencia Climática.

Los legisladores de la Unión Europea declararon a fines de noviembre la «emergencia climática» (429 legisladores a favor, 225 en contra y 19 abstenciones). A esto se añaden los aportes -aunque mínimos- del reciente encuentro «Chile-Madrid Tiempo de actuar». Allí se habla del “imperativo” de que la transición hacia un mundo libre de emisiones debe ser justa, e impulsar la creación de empleo decente y de calidad.

La de la Comunidad Europea fue una votación simbólica, destinada a aumentar su presión a cumbre de las Naciones Unidas, para actuar contra el calentamiento global. «No se trata de política, es una cuestión de nuestra responsabilidad común», dijo el presidente del comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Pascal Canfin, del grupo Renew Europe. Sin embargo, como la cumbre mundial no logró avanzar mucho, la actitud de la CE se destaca como de mayor compromiso.

En este sentido, podríamos hablar de la responsabilidad que le cabe a la industria textil y de la confección en la lucha por preservar el ambiente. En los últimos años la preocupación por la sostenibilidad ocupa un lugar importante, pero la acción de sus actores no es pareja y en demasiados casos no tienen el ritmo ni el compromiso que debiera.

Los ejecutivos se han dado cuenta de que no solo pueden frenar los impactos negativos en el medio ambiente, sino que también pueden conducir prácticas más responsables transparentes, crear procesos eficientes en sus organizaciones y de menor riesgo.

Algunas grandes organizaciones han establecido objetivos interesantes de sostenibilidad -o al menos así lo anuncian-, mientras que marcas cada vez más emergentes se están lanzando con la sostenibilidad como uno de sus pilares. Pero a pesar de estos “esfuerzos”, la realidad es que una gran parte de la industria aún tiene que dar pasos significativos para ser más responsables.

Según Morton Lehmann, director de sostenibilidad de Global Fashion Agenda, el 40% de la industria de la confección aún no ha comenzado este proceso. Pero, el informe Pulse of the Fashion Industry 2019 de GFA lamentó que la tasa de progreso medible para la industria en general disminuyó en un tercio de 2018 a 2019.

Si bien esas estadísticas son todo menos alentadoras, hay una gran cantidad de ejemplos de partes interesadas a lo largo de la cadena de suministro que están haciendo progresos significativos en áreas como materias primas, gestión de residuos, reducción de recursos y uso de productos químicos.

Por su parte, impulsados por una creciente conciencia de los peligros de la crisis climática, los compradores se vuelven más reflexivos en sus compras. Esto es particularmente cierto para los consumidores de la Generación Z. Una encuesta reciente realizada por McKinsey & Company encontró que la mayoría de esta generación (70%) busca empresas éticas y el 65% dice que está dispuesta a esforzarse por investigar todo sobre los productos que compra.

El Parlamente Europeo decretó la Emergencia Climática en el Continente.

Para las firmas de moda que aún tienen que dar prioridad a la sostenibilidad o aquellas que esperan sobrevivir con un poco del llamado ‘lavado verde’, el hallazgo más importante de la encuesta de McKinsey puede ser que el 80% de estos compradores asegura que boicoteará a una empresa que se vea envuelta en un ‘escándalo’. Entonces, por ejemplo, si la etiqueta dice orgánico pero ese producto demuestra ser cualquier cosa menos eso, podría resultar en un daño irreparable al valor de la marca y su resultado final.

Por esa razón, la transparencia se ha unido a la sostenibilidad como foco para algunas empresas de indumentaria. El Informe de Transparencia 2019 de Sourcing Journal reveló los resultados de una encuesta en toda la industria (EE.UU) en la que el 30% de los encuestados admitió que la presión de los consumidores fue el catalizador para avanzar hacia una mayor transparencia.

Y en la moda, los inversores se centran en mitigar el riesgo, razón por la cual la sostenibilidad se ha convertido en el elemento principal a través del cual son medidas las empresas.

Más allá de proteger a las empresas contra la posible reacción de los consumidores, los esfuerzos de sostenibilidad también señalan a los inversores que se están tomando otros riesgos. Ya no sólo para contra innumerables amenazas como sequías o inundaciones, sino incluso frente a un futuro en el que las materias primas de hoy sean mucho menos abundantes.

En una nota publicada recientemente por McKinsey, la empresa destacó las necesidades que tiene la comunidad de inversores en relación con la presentación de informes de sostenibilidad, y por qué el método actual de presentación de informes se está quedando corto.

Dado que hay casi una docena de marcos principales para los informes de sostenibilidad, la empresa encontró que es difícil obtener la información que necesitan e igualmente complejo comparar conjuntos de datos entre empresas. La empresa de consultoría informó que el 85% de los inversores dijo que una mayor estandarización ayudaría a sus empresas a asignar capital de manera más efectiva, mientras que el 83% dijo que les permitiría a las empresas gestionar mejor el riesgo.

Cuando se trata del cambio climático y cómo revertirlo, existen innumerables iniciativas que trabajan para educar a la industria y a los consumidores sobre mejores prácticas y posibles soluciones.

La Agenda Global de la Moda se ha propuesto generar acciones audaces y urgentes sobre la sostenibilidad. Con ese fin, la organización sin fines de lucro organiza la Cumbre anual de la moda de Copenhague, que reúne a jugadores de la industria, el gobierno, la ciencia y más para impulsar la innovación mediante la colaboración. El Compromiso del Sistema de Moda Circular 2020 de GFA estableció 213 objetivos en 90 signatarios con el objetivo de hacer la transición de la industria a la circularidad.

Si bien algunas marcas y minoristas no toman iniciativas, marcas notables están ayudando a establecer las expectativas de los consumidores en torno a la sostenibilidad y la transparencia. Sus esfuerzos presionaron a sus competidores y exigieron a los socios de la cadena de suministro que hicieran lo mismo.

Estos cambios e inversiones visibles sirven como ejemplos dentro de la industria y para iniciar conversaciones entre el público comprador.

Para garantizar que la sostenibilidad no se detenga ni sea víctima de los recortes presupuestarios, varios gobiernos de todo el mundo están creando una legislación que promueve que todos los sectores, incluida la moda, ‘limpien’ sus acciones.

Por ejemplo, Francia aprobó recientemente una legislación para poner fin a la práctica generalizada de destruir ropa sin vender y artículos de lujo. Según los informes, la nueva ley ahorrará casi US$ 1,1 mil millones en artículos no vendidos que terminen en vertederos o destruidos cada año.

Francia también ha lanzado una campaña mundial de sostenibilidad de la industria de la moda para impulsar el progreso en temas que incluyen la salud de los océanos, la biodiversidad y el cambio climático. El presidente Emmanuel Macron, nombró al CEO de Kering, Francois-Henri Pinault, para liderar el cargo que incluirá objetivos para eliminar los plásticos desechables dentro de tres años o convertirlos en fuentes de energía renovables para 2030.

Además, la Unión Europea (UE) ha adoptado restricciones sobre el uso de 33 sustancias peligrosas en la ropa, el calzado y otros artículos textiles basados en las recomendaciones de la Agencia Europea de Sustancias Químicas y «tras amplias consultas con las partes interesadas», según anunció la Comisión Europea el año en 2018.

Las medidas están diseñadas para proteger la salud de los ciudadanos europeos al limitar su exposición a los químicos CMR, o sustancias clasificadas como cancerígenas, mutagénicas y tóxicas para la reproducción, que pueden ser «particularmente dañinas» cuando están en contacto frecuente con la piel humana.

En conjunto, los esfuerzos y la conciencia del gobierno, la industria, las ONG, los inversores y los consumidores servirán como 5 fuerzas impulsoras clave de la sostenibilidad en los meses y años venideros. Y el impulso en torno a la sostenibilidad se corresponde con una demanda de responsabilidad.

Con esto en mente, es más importante que nunca tener visibilidad en la cadena de suministro. Hay compañías ofrecen pruebas de laboratorio, pruebas de agua y aire para instalaciones de producción, así como auditorías sociales y ambientales, todo lo cual permite a los clientes cumplir con los estándares de sostenibilidad de toda la industria y garantizar que estén en camino de alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
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Sourcing Journal / Comunidad Textil

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Europa analiza el impacto en el ambiente provocado por el sector textil y de confección

Nikolina Sajn, realizó un estudio sobre el impacto de la industria de la moda en Europa.

Por encargo del SEPE (Servicio de Estudios del Parlamento Europeo), Nikolina Sajn realizó a comienzos de 2019 un estudio amplio sobre el impacto medioambiental del consumo de los ciudadanos europeos de productos de textil/confección. Sostiene que este se nota más en los países emergentes, porque es donde tiene lugar la mayor parte de la producción.

Según el estudio de Nikolina Sajn, la cantidad de artículos de moda comprada por cada consumidor dentro de la UE en las últimas décadas ha aumentado un 40%. Asegura que las razones son la caída de los precios y la creciente velocidad con la que el sector saca al mercado nuevos artículos.

Las prendas de vestir generan entre el 2 y el 10% del impacto ambiental de todos los artículos consumidos en la Unión Europea, pero este impacto es muchas veces se nota más en los países emergentes, que es donde tiene lugar la mayor parte de la producción.

La producción de materias primas textiles, su hilatura, su tejeduría y su tintura consumen enormes cantidades de agua y de productos químicos. Lo mismo ocurre con los pesticidas usados para el cultivo de algunas materias primas como el algodón.

Compras en tiendas.

El uso de las prendas supone también una huella muy importante para el medio ambiente debido al agua, a la energía y a los productos químicos usados para su lavado, secado y planchado. También es muy preocupante la emisión de microplásticos.

Menos de la mitad de las prendas usadas son recogidas al final de su vida útil para su reciclaje y reutilización, pero solo un 1% se transforma en nuevas prendas. Uno de los problemas son las limitaciones técnicas para reciclar las prendas usadas y convertirlas en fibra virgen.

SEPE ha propuesto ya varias estrategias para resolver la situación, incluido el desarrollo de nuevos modelos de negocio -por ejemplo, el alquiler de prendas-, el diseño que facilite el reciclaje (economía circular), el convencimiento de los consumidores para comprar menos prendas que ahora, pero mejores (slow fashion), y en general para que se inclinen por opciones sostenibles.

En 2018 la Unión Europea adoptó un paquete de medidas tendientes a lograr una economía circular. Este asegurará, gracias a la insistencia del Parlamento Europeo, que los artículos usados sean recuperados separadamente en todos los países miembro, como máximo en 2025.

El Parlamento Europeo, además, lleva años reclamando el uso de materias primas textiles ecológicas y sostenibles, y el reciclado y reutilización de las prendas de vestir.

Quienes estén interesados en este trabajo pueden hallarlo en: www.europarl.europa.eu
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Pinker Moda / Comunidad Textil

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Gucci lanzó un compromiso urgente para reducir en el sector la huella de carbono

Marco Bizzarri, presidente y consejero delegado de la compañía italiana GUCCI

Marco Bizzarri, presidente y consejero delegado de la compañía italiana GUCCI lanzó el «desafío carbono neutral». Hizo un llamado a la acción urgente de los directores ejecutivos de las compañías para que asuman la responsabilidad absoluta e inmediata de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, generadas por sus cadenas de suministro.

El «Desafío de carbono neutral de CEO» -CEO Carbon Neutral Challenge- que lanzó Gucci pide a las empresas que tomen medidas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de sus cadenas de suministro, que destruyen el clima.

En una carta abierta, publicada recientemente, Bizzari instó a las compañías «en todos los sectores» a seguir la acción de Gucci al adoptar una estrategia de «360 grados». Esta comienza con evitar y reducir las emisiones de carbono dentro de sus operaciones y termina con compensar el resto aunque «basado en la naturaleza soluciones», incluidos proyectos de conservación forestal.

«Ha habido muchos compromisos encomiables hechos individualmente por compañías y a través de coaliciones industriales para alinearse con el Acuerdo de París y avanzar aún más hacia una trayectoria de 1.5 grados centígrados», escribió. En esto se refirió al techo del aumento de temperatura que los expertos dicen que es el punto ‘sin retorno’, por daños climáticos irreparables.

«Sin embargo, creo que podemos dar otro paso directo en la dirección correcta», agregó Bizzarri, «y generar impactos positivos rápidos y concretos en este momento para nuestro mundo natural y para nuestro clima».

Marco Bizzarri, Ceo de Gucci, junto a Salma Hayek y su esposo Francois Henri Pinault, titular del grupo Kering.

Gucci, por su parte, se convirtió en septiembre en la primera casa de lujo del mundo «totalmente» neutral en carbono. Esto ocurrió después de implementar lo que llama una «jerarquía de acciones» para evitar, reducir, restaurar y luego -como medida final-, neutralizar cualquier emisión inevitable a través de Proyectos REDD + en Camboya, Indonesia, Kenia y Perú. (REDD +, un acrónimo para «reducir las emisiones de la deforestación y la degradación forestal» y es un programa respaldado por las Naciones Unidas que protege los bosques de la tala).

El mismo mes, Kering, la empresa matriz de Gucci, anunció que todo el grupo haría lo mismo. A su vez François-Henri Pinault, el CEO de Kering, también encabeza el Pacto de la Moda G7… Esta es una coalición de 32 compañías (ver nota aparte) que representan a 150 marcas, incluidas Adidas, Burberry, Chanel, Gap, H&M, Nike, Nordstrom y Prada, que se comprometieron a lograr colectivamente cero emisiones para 2050.

«No tenemos el tiempo suficiente para simplemente trabajar para evitar y reducir nuestros impactos sobre el clima y la biodiversidad a largo plazo», dijo Bizzarri. “Tampoco podemos esperar a que la tecnología y las soluciones climáticamente inteligentes se pongan al día y se amplíen para cumplir con los desafíos de sostenibilidad que todos enfrentamos. Esto podría llevar años que en realidad no tenemos», advierte.

Puntos de partida

El Carbon Neutral Challenge de CEO, presentado por Gucci, comprende seis «principios rectores»: El primero es reconocer que se requieren medidas adicionales, «además de los objetivos de reducción directa», dada la urgencia de la crisis climática.

Las empresas deben tener una «medición objetiva reconocida internacionalmente» de sus emisiones de gases de efecto invernadero en la cadena de suministro y declarar públicamente un cronograma y una hoja de ruta para evitarlos y reducirlos en función de objetivos basados en la ciencia.

Deben implementar «soluciones verificadas y certificadas basadas en la naturaleza», como REDD +, comprar compensaciones dentro de los 12 meses de unirse al desafío y garantizar que brinden «beneficios mensurables y directos» a los ecosistemas de biodiversidad y las comunidades locales.

Además, se espera que las empresas proporcionen informes anuales sobre el impacto y los resultados de los proyectos de compensación, su progreso hacia la reducción de sus emisiones y la verificación por terceros de las inversiones realizadas en los proyectos de compensación «para garantizar la eficacia».

Los participantes en el desafío también deben comprometerse a colaborar con las partes interesadas para crear conciencia sobre soluciones que «amplifiquen los esfuerzos para conservar y restaurar la naturaleza». Para «continuar el impulso positivo», deben comunicarse con otros CEO.

«Creo que la acción colectiva es imprescindible si queremos ayudar a crear un futuro en el que la sociedad pueda prosperar y los negocios puedan tener éxito, mientras la naturaleza se restaura y protege», dijo Bizzarri. «Sinceramente espero que te unas a nosotros», reclama el ejecutivo italiano.

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Sourcing Journal / Comunidad Textil

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Un directivo de Levi’s pide el compromiso de gobiernos en el proceso de reciclado textil

Paul Dillinger, jefe de innovación de Levi’s.

Paul Dillinger, jefe de innovación de Levi’s, señaló en una entrevista que los gobiernos pueden ayudar para lograr el diseño circular y avanzar en la sostenibilidad, promoviendo la infraestructura de reciclaje de textiles.

La industria de la moda está buscando encaminarse hacia una moda circular como el concepto que podría colaborar con el medio ambiente. La propuesta es lograr un ciclo cerrado, práctica que organizaciones ambientalistas están proponiendo hace años.

En una entrevista con Fast Company, Paul Dillinger, jefe de innovación de Levi’s y una de las 50 personas más influyentes de Rivet en denim, subrayó la importancia de este concepto y agregó que un ciclo cerrado comienza con un diseño circular, y sostuvo la necesidad de la ayuda de gobiernos progresistas para lograr concretar la propuesta.

“Si los fabricantes de ropa diseñan textiles que saben que serán fáciles de reciclar, esto preparará a la industria para el éxito y permitirá realizar cambios positivos a mayor escala”, explica.

Levi’s es una de las principales marcas que busca implementar esta práctica con su colección de concepto sostenible, Wellthread. Para la colección, Levi’s se asoció con la marca de surf Outerknown para diseñar prendas que puedan ser procesadas fácilmente por una planta industrial de reciclaje de telas.

«Estamos construyendo una práctica de diseño. Debemos volver a capacitar a los diseñadores para que diseñen ropa que pueda ser más eficientemente recuperada, recuperada y convertida en materiales de próxima generación», dijo Dillinger a Fast Company.

Del mismo modo, a principios de este año, el fabricante de ropa británico Teemill lanzó una línea de camisetas ‘circulares’ que pueden devolverse después de su uso para su reciclaje. Las prendas están hechas de algodón 100% orgánico, lo que facilita la ‘refabricación’ en las plantas de reciclaje. En el momento en que se incluyen otros materiales en una tela, el proceso de recuperación se vuelve tan difícil como «sacar un huevo de una tortilla», según la marca.

“Incluso a medida que más empresas adopten el diseño circular -según Dillinger-, el cambio real tendrá lugar cuando los gobiernos progresistas se involucren”.

«Es un tipo de infraestructura que es demasiado grande para que una sola empresa pueda asumirla», dijo el ejecutivo. “Las compañías que están invirtiendo en tecnologías de reciclaje de telas generalmente lo están haciendo con pérdidas. Es un ascensor demasiado grande para que lo ejecute una sola empresa, y tampoco es algo que un ciudadano o consumidor pueda hacer”.

Pero al adoptar el diseño circular ahora, las compañías de moda estarán situadas para hacer un progreso significativo cuando, por ejemplo, EE.UU. adopte un programa de residuos textiles que sea tan rutinario como la recolección de basura.

«A nivel macro, necesitamos confiar en gobiernos progresistas para liderar el camino», agregó. «Pero como empresa, necesitamos ser mucho mejores en el diseño del producto que se optimizará para esa infraestructura en el futuro».
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Sourcing Journal / Comunidad Textil

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Los consumidores interpelan al ‘consumismo frenético’ y se cuestiona a ciertas industrias

César Paradinas, meteorólogo de la Fundación de Investigación del Clima, de España.

Esta creciendo en el mundo una mayor conciencia ambiental que, entre otras cosas, cuestiona la compra de ropa que excede la necesidad, una renovación excesiva del vestuario. Este frenesí hace que algunos segmentos de la sociedad se genera la necesidad de cambio permanente, con prendas que no se usan más de seis o siete veces.

La pregunta es cómo se reinventa la moda para el cambio de temporada frente al problema de la crisis climática Y, necesariamente, cómo limpia su reputación de segunda industria más contaminante del planeta. En el ámbito de la industria de la moda, los más preocupados instan a escuchar a los expertos en climatología, repensar los circuitos de producción y aliarse con quienes orientan la innovación textil.

Fériel Karoui, especialista en innovación en el Instituto Francés de la Moda.

«La moda está en un proceso de ‘fuerte cambio’. Hay que reflexionar sobre cómo crecer sin agotar los recursos naturales a la vez que se comunica que no están en riesgo la salud del consumidor ni la del medio ambiente», asegura Fériel Karoui, especialista en innovación en el Instituto Francés de la Moda.

Se considera que el concepto de ‘colecciones’ debe reformularse. «Las estaciones se alteran: los veranos se alargan y desaparecen las temperaturas ‘suaves’ de la primavera y el otoño con un paso repentino del calor al frío» explicó César Paradinas, meteorólogo de la Fundación de Investigación del Clima, de España.

Según Karoui «la población ha tomado conciencia: primero de la alimentación, después en la cosmética y a continuación la ropa». La experta insiste en que ya no es suficiente con el «greenwashing» (atributos pseudo ambientales) para seducir a un comprador que se niega a elegir entre estética y ecología y quiere consumir sin problemas de conciencia.

En Suecia, uno de los países más proactivos ante la crisis climática, se generó un término: «köpskam». Esta palabra busca definir la “vergüenza que le produce comprar más ropa de la que necesitamos” a quienes se preocupan por el medioambiente. Esta es una tendencia que parece extenderse por Europa.

En los últimos años han surgido diferentes iniciativas que se suman a la economía circular (reutilizar materiales desechados), como la que defiende la fundación de la exdeportista británica Ellen MacArthur, que ha conseguido involucrar a grandes empresas.

En este sentido se han creado plataformas de compraventa de moda de segunda mano que cuentan con millones de usuarios, como Vinted o Vestiaire Collective.

A pesar de todo, se recicla menos del 1 % de la ropa. Crear procesos de reciclaje y revalorización de tejidos a escala industrial reduciría las emisiones de gases invernadero hasta un 50%, calculan los expertos.

Otro desafío es el consumo de agua por la industria de la moda. En la empresa estadounidense Evrnu, ingenieros en regeneración textil han conseguido transformar desechos de tejidos con algodón en nuevas fibras. Asimismo, han logrado reducir un 98% del agua empleada en la fabricación de jeans.

Industrias como la deportiva y la moda rápida, las más fustigadas y denunciadas, comienzan a ser parte del cambio. Junto a centros de investigación textil las marcas de moda rápida están logrando reciclar tejidos que hasta ahora no eran reciclables y que componen la mayoría de los artículos, como las mezclas de fibras y los residuos de la industria del calzado.

Igualmente los conglomerados de lujo se han marcado objetivos y estrategias para mejorar su sostenibilidad.

En el Pacto por la Moda (Fashion Pact) -ver nota aparte- suscripto en agosto en Francia, 32 grupos del sector de la moda y textil se comprometieron a utilizar el 100% de energías renovables en 2030 y reducir a cero sus emisiones de carbono en 2050.

Las líneas de investigación se centran también en el uso de materiales vegetales o biodegradables: zapatillas deportivas de algodón y maíz, seda y materiales no animales, producidos con biotecnología y tejidos que se transforman en compost, son una realidad cercana en el mercado.

«Aparece la tendencia de los tejidos técnicos/inteligentes usados inicialmente para hacer deporte. Materiales transpirables, resistentes al agua y cómodos para un clima cada vez más hostil y la contratendencia con tejidos naturales como lana, algodón, lino…» explica Karoui.

«Las prendas para la lluvia son otra tendencia, incluso en verano», dice la experta francesa. Como en toda Europa del Norte, en Paris lloverá cada vez más, al contrario de lo previsto en el Mediterráneo donde las zonas desérticas serán más extensas.

Las olas de calor serán más frecuentes e intensas, en cambio las de frío no. Concluye diciendo que, hasta el momento, la falta de previsión en el sector textil ha conducido a una caída de las ventas.
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Fashion Network / Comunidad Textil

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