Crisis

El sector mayorista británico pide apoyo estatal similar al que brindaron a minoristas

Showroom mayorista en Gran Bretaña.

Los mayoristas británicos reclaman el mismo trato que los detallistas. En Gran Bretaña nace una campaña para que mayoristas y agentes de ventas disfruten los mismos beneficios que el Gobierno ha concedido a los detallistas

Daniel Morris, co-fundador de la agencia The Morris Fyfe, sitruada en la famosa Brick Lane londinense, ha lanzado una petición online pidiendo que los mayoristas, agentes, showrooms, etc. de moda disfruten de las mismas ventajas y facilidades que el Gobierno ha concedido a los detallistas.

Inicialmente los firmantes del manifiesto pertenecen al sector de la moda, pero Daniel Morris planea acudir a otros sectores, cuyos mayoristas tienen los mismos problemas.

En estos momentos los distribuidores, mayoristas, agentes de ventas, etc., que normalmente son autónomos, no pueden solicitar los mismos beneficios que el Gobierno británico y a veces los gobiernos locales han concedido a muchos detallistas.

La petición señala que los beneficios concedidos a los detallistas deberían extenderse a los mayoristas y distribuidores, cuya actividad ha quedado totalmente afectada por el cierre de los comercios. “Nuestra actividad depende al 100% del retail -señalan-. Desde el comienzo de la pandemia, nuestros clientes han estado cerrados y no han visitado a los mayoristas”.

Morris dice que apoyan plenamente los beneficios concedidos a los detallistas y explica: “deseamos ser tratados como ellos porque todos formamos parte de la misma cadena de suministro. También hemos sufrido una reducción muy importante del trabajo y de los ingresos debido sobre todo a las cancelaciones de pedidos, a los aplazamientos de los pagos y a la necesidad de ofrecer descuentos especiales a nuestros clientes”.

El documento recuerda que han sufrido un impacto similar al de los detallistas “o incluso peor porque nosotros no vendemos online, como hacen muchos de ellos. Tenemos nuestros comercios y showrooms llenos de mercaderías, pero sin compradores”.

Daniel Morris y los demás firmantes de la petición, terminan su manifiesto pidiendo a los ciudadanos que deseen apoyarles que se pongan en contacto con sus representantes parlamentarios o con Ministerio de Hacienda o el de Empresa, Energía y Estrategia Industrial.
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Pinkermoda / Comunidad Textil

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Ropa cómoda e informal, el estilo que dominará hábitos y costumbres del consumidor

Un editor de moda de Los Angeles Times recientemente escribió que las personas que trabajan desde casa deberían «vestirse como los profesionales que le pagan por ser». Este comentario, muy criticado y probablemente pueril, marca una realidad que impuso la masiva realidad del “quedarse en casa”: usar y amar la ropa cómoda, deportiva, un estilo ‘négligés’, como dicen los franceses.

Las reuniones virtuales: conferencias, cursos, asambleas y hasta sesiones parlamentarias a distancia, mostraron que la mayoría sintió que el hecho de hablar desde su casa lo autorizaba a presentarse con ropa más que informal. El límite lo cruzó un científico que participó en una reunión, sentado en su cama y en calzoncillos.

Todos compartimos la situación de sostener cada día, junto a trabajar, estudiar o entretenerse, una actividad vinculada a tareas estrictamente hogareñas. Cocinar, lavar, ordenar, atender más horas que antes a hijos y familiares. Y eso nos lleva a buscar ante todo la gratificación del confort, el placer y aliviar el estrés usando ropa cómoda.

Loas primero estudios difundidos están hechos sobre el mercado de los Estados Unidos, pero no hay duda que el llamado mundo de Occidente esta pregnado por conductas similares.

Kayla Marci de Edited informó que las ventas de ropa deportiva aumentaron un 40% en los EE.UU. ya en abril. La ropa deportiva para hombres para el primer trimestre de 2020 aumentó un 18%, mientras que las ventas de prendas para las mujeres crecieron un 43% con respecto a 2019.

Las calzas constituyeron el 50% de todos los pantalones, y los estilos simples ganaron a los estampados. Las consumidoras compraron predominantemente en estilos de bloques de color, florales o tie-dye. Además, la firma le dijo al periódico Wall Street Journal que el número de ventas en chaquetas deportivas aumentó un 36%, mientras que las ventas de pantalones, también deportivos, aumentaron un 39%. Otra prenda que creció en ventas es la bata o salida de baño, que tuvo un aumento del 29%.

A pesar de la consternación del periodista de Los Angeles Times, tiene sentido que las ventas de estos artículos hayan aumentado a ese ritmo. Para la tercera semana de abril, en los Estados Unidos con casi todos sus estados manteniendo cuarentena total o parcial, cientos de millones de ciudadanos estadounidenses tuvieron que quedarse en casa. La incertidumbre y el estrés, junto con el hecho de que las personas no tenían exigencias para vestirse, llevaron a cambios casi inmediatos en la vestimenta diaria.

En lugar de vestirse y viajar al trabajo, realizar presentaciones y reuniones o salir a cenar con amigos, las personas han tenido un ritmo de vida muy diferente, según la Encuesta de respuesta al coronavirus 2020 de Cotton Incorporated (Wave 1; 20-25 de marzo).

Un 71% de las personas ven más televisión, películas y videos. El 67% está leyendo / mirando / escuchando más las noticias. El 62% usa ropa cómoda con más frecuencia. Además, el 54% cocina más, el 52% come más comidas reconfortantes y bocadillos, y el 40% juega más videojuegos que antes.

Según la investigación de Coronavirus Response, desde que comenzó la cuarentena, el 46% de quienes compraron ropa dijeron que eligieron prendas cómodas. Y el 51% de los encuestados dijo que la ropa cómoda es más importante para ellos desde que se produjo la pandemia. Con ese fin, más de un tercio (37%) compró ropa hecha de fibras naturales y el 34% dice que usan más ropa casual que antes.

En medio de toda la volatilidad, los consumidores parecen estar buscando más estabilidad en su vestimenta, con un 42% diciendo que han comprado ropa «que durará» y que son más resistentes, según la encuesta Coronavirus Response. Otro 40% dijo que compró ropa deportiva o activa o sport, mientras que el 27% dice que usa ropa activa más que antes del período de cuarentena.

El aumento de las ventas de artículos como remeras suaves y pantalones de yoga versátiles, ya sea para mirar televisión o hacer ejercicios, habla del esfuerzo del consumidor por hallar un poco de calma y confort durante una crisis sin precedentes.

A pesar de los videos interminables de las celebridades hablando de “sentirse bien”, el coronavirus ha hecho mella en la psique de la gente, según WGSN, la compañía de pronósticos de tendencias.

Por supuesto, los estadounidenses realmente no necesitaban más empuje en esa dirección. En 2017, WGSN determinó en sus informes Future Drivers 2022 y Future Consumer 2022, que «la ansiedad se ha convertido en una preocupación cultural y generacional clave, y el miedo se está convirtiendo en el estado emocional emergente». Y eso fue años antes de la pandemia.

«La situación actual está acelerando este cambio de mentalidad, con el miedo del consumidor, y las respuestas a él, coloreando [sic] las acciones durante y después de la pandemia de coronavirus», afirma WGSN en su informe, Coronavirus: Global Change Accelerators. «Los consumidores no solo tendrán miedo por su bienestar, sino que también se preocuparán por su salud. También surgirán preocupaciones sobre las finanzas en medio de la incertidumbre económica, que ha surgido a medida que las empresas se ven obligadas a cerrar o aminorar sus operaciones».

Según la investigación de Coronavirus Response, el 63% de los estadounidenses dicen que «sienten mucho miedo en estos días», ya sea moderadamente (38%) o mucho (25%). Tres cuartos de los encuestados (75%) dice que «solo quieren acurrucarse en una acogedora cama en este momento». Y el 70% estuvo de acuerdo de alguna manera en que «la gente no está tomando esta pandemia lo suficientemente en serio». Para alejarse de todo, el 54% dice que comprar en línea “es una forma de escapar”.

WGSN dice que a medida que las personas pasan al «modo de supervivencia», gravitarán hacia productos que «reflejen un sentido de seguridad».

Eso explica por qué las tres cuartas partes de los consumidores (75%) dicen que «usar ropa cómoda me ayuda a sentirme mejor ahora», según la investigación de Coronavirus Response.

En este momento, el 70% de los encuestados de ese estudio dice que la ropa hecha de algodón es la más cómoda. De estos el 27% elige la ropa hecha con fibra elastomérica. Pero también el 22% apunta al poliéster, el 16% para el rayón / viscosa / Tencel / modal, y el 17% para la ropa hecha de lana.

La gran mayoría de los consumidores calificaron al algodón como la fibra de ropa ‘más segura’, con más de 4 de cada 5 consumidores (82%) calificaron la ropa de algodón como ‘segura’, mucho más que las fibras sintéticas.

Mirando hacia el futuro, las marcas y los minoristas podrían considerar la importancia del deseo del consumidor de comodidad y seguridad en su indumentaria. McKinsey & Company dice en su artículo Perspectivas para la industria de la moda de América del Norte en un momento de crisis, que la «próxima normalidad» podría hacer que las personas se usen un estilo ‘casual’ todo el tiempo.

«Muchas personas volverán a un entorno de trabajo fundamentalmente diferente, en el que el teletrabajo, los horarios flexibles y el énfasis en el equilibrio entre la vida laboral y personal son nuevas normas», afirma McKinsey. “La comodidad podría convertirse en una consideración principal en las compras de ropa. La tendencia hacia la ‘casualización’, que ya era fuerte antes de la crisis, podría acelerarse aún más”.
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Lifestyle Monitor / Comunidad Textil

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Pensar cómo será la nueva normalidad y el formato que deberá tener la organización

Dos expertos de la consultora internacional McKinsey realizaron un trabajo de análisis sobre cómo sería -según sus criterios- la recomposición de las organizaciones para enfrentar los tiempos de recuperación de la actividad post pandemia. Son aportes valiosos como obviamente discutibles, que nos permiten reflexionar sobre nuestra situación particular y ese es el objetivo de darle lugar aquí y recomendar su lectura.

En menos de cuatro meses, el coronavirus ha superado casi todas las expectativas para 2020. Más allá de la pérdida de vidas y el miedo causado por la pandemia, las empresas de todo el mundo han enfrentado interrupciones a una velocidad y escala sin precedentes en la era moderna.

Las empresas de todo el mundo ahora están luchando con la cuestión de cómo alcanzar la próxima normalidad de forma segura. Muchos hablan de un regreso al lugar de trabajo como un plan que debe implementarse: una serie de pasos sistemáticos para alcanzar algún tipo de modelo operativo estable, en un mundo donde las vacunas están adecuadamente disponibles o se ha alcanzado la inmunidad colectiva. En muchos casos, estos planes sugieren un retorno a alguna versión conocida del pasado.

Sin embargo, las incertidumbres intrínsecas que podrían arruinar tales planes continúan aumentando. Los ejecutivos admiten, por ejemplo, que es difícil escribir un plan de retorno determinista debido a la probabilidad de un resurgimiento, descubrimientos sobre cómo se transmite el virus y a quién afecta, la naturaleza y duración de la inmunidad, y los continuos cambios en la calidad y disponibilidad de pruebas y rastreo de contactos. El mejor plan posible hoy es simplemente ‘un hombre de paja’ que necesitará rearmados y cambios casi continuos.

Otra incertidumbre crítica es el futuro del trabajo remoto. Algunos sienten que los eventos recientes han impulsado una ganancia de productividad real que no quieren perder. Sin embargo, reconocen que un cambio total al trabajo remoto ha tenido escasos resultados buenos. Silicon Valley ha experimentado más ampliamente con él, pero después de muchos intentos de implementar el teletrabajo, una investigación encontró que en las 15 empresas más importantes, solo el 8% de los empleados trabajan de forma remota. Estas empresas no quieren volver a intentar esto solo para deshacerlo en unos años.

El comportamiento del cliente es un tercer desconocido. Las empresas ven el claro cambio a lo digital entre los consumidores y su inevitable impacto: las compras en línea se han expandido hasta en un 60% en algunas categorías, y hasta un 20% de los consumidores en línea en los Estados Unidos han cambiado al menos algunas marcas recientemente. Pero no está claro si una vez que la pandemia retroceda, estos clientes volverán a sus antiguas costumbres o si la pandemia creará nuevos tipos de consumidores.

Dadas estas y otras incertidumbres y la necesidad de experimentación y aprendizaje rápido para navegar a través de ellas de manera efectiva, creemos que el siguiente paso en la respuesta de las empresas no puede considerarse como una fase en absoluto. Será de final abierto en lugar de arreglado a tiempo.

Un mejor modelo mental es pensar en desarrollar un nuevo «músculo»: una capacidad de toda la empresa para absorber la incertidumbre e incorporar lecciones en el modelo operativo rápidamente. El músculo tiene que ser de «contracción rápida», caracterizado por la disposición a cambiar los planes y basar las decisiones en hipótesis sobre el futuro, respaldado por microdatos continuamente actualizados sobre lo que está sucediendo, por ejemplo, en cada tienda minorista. Y el músculo también necesita algunas fibras de «contracción lenta» para establecer planes a largo plazo y manejar a través de cambios estructurales.

Muchas compañías están tratando de aguantar hasta una reapertura completa, tal vez gracias a una vacuna o inmunidad colectiva. Mientras tanto, están configurando sus recursos para estar listos para entonces. Sin embargo, eso es arriesgado. A pesar de las prometedoras noticias de los primeros ensayos clínicos, podría faltar muchos meses una reapertura completa. Meses en que las empresas deben adaptarse a la realidad para sobrevivir. Las señales de resurgimiento viral en Asia ya están causando que las compañías se obsesionen en reescribir sus planes apresuradamente.

En este artículo, describiremos cuatro fuerzas cuyos resultados inciertos darán forma a los años venideros, así como los pasos necesarios para construir el músculo de retorno para lidiar con estas fuerzas, especialmente el centro nervioso que alimenta el músculo. Una vez que el centro se haya construido e incorporado en un nuevo modelo operativo en toda la organización, las compañías musculares estarán listas para una nueva era de competencia. No diremos que este trabajo hará que las empresas sean a prueba del futuro. La pandemia ha expuesto la locura de esa idea. Pero sostenemos que desarrollar un músculo de retorno es la disciplina correcta para estos tiempos.

Cuatro fuerzas que moldearán la próxima normalidad.
Del caos de los primeros meses de COVID-19, están surgiendo cuatro fuerzas que podrían dar forma a la próxima era en los negocios.

La metamorfosis de la demanda.
Nadie ha dejado de notar cómo la pandemia ha desplazado la demanda en línea. El doble de los consumidores ahora compra en línea sus comestibles. En todas las categorías, el número de consumidores que ahora usan canales digitales aumentó en un promedio de aproximadamente 20 a 25%. Y los consumidores digitales de ‘primera vez’ representan casi el 40% del crecimiento en bienes y servicios digitales. A medida que los consumidores cambian a lo digital, las lealtades también están en juego: entre el 15 y el 20%de los compradores estadounidenses han cambiado de sitio web desde que comenzó la pandemia.

Sin embargo, el cambio a lo digital no es de ninguna manera universal. En la banca, las encuestas recientes de McKinsey encuentran que el 13% de los clientes minoristas esperan usar más los servicios de banca móvil, el 7% los usa menos.

La planificación de la demanda es extraordinariamente desafiante. Muchos escenarios de recuperación macroeconómica están sobre la mesa, desde finales de 2020 hasta más allá de 2023. Cada sector tiene sus propios efectos particulares de la pandemia y la respuesta del gobierno. Eso se traduce en amplias variaciones en el tiempo y la fuerza de una recuperación de la demanda.

El consumo general ha disminuido no solo como resultado de esta mayor incertidumbre económica, sino también por las continuas preocupaciones sobre la salud personal y una mayor preferencia por conexiones más simples con la familia en lugar de artículos o experiencias costosas. La recuperación económica en China ha sido una de las más rápidas del mundo. Sin embargo, su consumo sigue siendo más de un 20 por ciento más bajo que antes del brote.

Cambios rápidos en la fuerza laboral
Con decenas de millones de empleos perdidos, y más por venir, la fuerza laboral está absorbiendo la peor parte del golpe económico. Un nuevo estudio del McKinsey Global Institute revela que hasta un tercio de los empleos en los EE.UU. pueden ser vulnerables a las suspensiones, recortes salariales y despidos. Los trabajadores de bajos ingresos tienen el 80% de esos trabajos. El mayor desafío que enfrentan los empleadores puede ser decidir cómo y cuándo agregar trabajadores a la nómina.

Curiosamente, con tantos marginados, algunas industrias están experimentando escasez. Muchas personas no pueden regresar a sus trabajos debido a problemas relacionados con la salud, incluidos los trabajadores que están enfermos, en cuarentena o son vulnerables a la infección. Pero los empleadores también están descubriendo que los conjuntos de habilidades necesarios ahora son escasos, como las habilidades de ventas digitales en las fuerzas de ventas de campo B2B, las técnicas de gestión basadas en la productividad en un momento en que la productividad es más difícil de medir, y muchos otros.

Otros cambios están afectando a la fuerza laboral. Entre los trabajadores de “cuello blanco”, el trabajo remoto se ha convertido en la nueva norma. Algunos están encantados con su mayor productividad y flexibilidad, así como con el tiempo y la cordura recuperados de los viajes largos y estresantes. Otros no pueden esperar para volver a la oficina: para ellos, la falta de una configuración de oficina en casa y la dificultad para separar el trabajo de su vida privada son las principales fuentes de estrés.

Las parejas de doble carrera tienen tensiones adicionales, que pueden aumentar si las escuelas no pueden abrir en unos pocos meses. Finalmente, a medida que las empresas prueban nuevos modelos de trabajo remoto y en el sitio, pueden surgir nuevos desafíos, como subculturas muy diferentes para estos dos grupos de trabajadores, con normas muy diferentes, expectativas de los empleadores y salud del equipo.

Cambios en la regulación.
Los reguladores y los gobiernos de todo el mundo están utilizando diversas filosofías de salud pública, muchas, con pésimos resultados.

Para los líderes cuyas empresas abarcan múltiples geografías, garantizar la coherencia es un gran desafío. Los líderes empresariales están comprensiblemente ansiosos por proteger a sus empleados al tiempo que garantizan el cumplimiento. Saben que necesitan establecer algún nivel de productividad para preservar el futuro de sus empresas.

Información creciente sobre protocolos de seguridad
Aquí el estudio brinda información sobre las experiencias científicas sobre el tema del contagio y la prevención del mismo, y brinda información que, por los cambios que experimenta el conocimiento sobre el virus, es muy dinámica y envejece rápidamente.

Remarca que más actividad económica y menor distanciamiento físico también han impulsado el resurgimiento del virus, y que estos desarrollos tienen lecciones importantes para las empresas. Por esto destaca que cualquier régimen de intervenciones que establezcan no puede ignorar a los pacientes presintomáticos y asintomáticos. Por esto debe haber un enfoque real en las instalaciones y cómo se configuran.

Las primeras preocupaciones sobre cuellos de botella significativos en los test o pruebas están, lenta pero seguramente, comenzando a disminuir. Esta buena noticia coincide con la llegada de una gama más amplia de opciones de tests. Las pruebas serán una pregunta crítica en las próximas semanas y meses a medida que un número creciente de empleadores intente garantizar un regreso seguro al lugar de trabajo, la tarea principal, al buscar nuevas pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), pruebas serológicas más informativas (versiones actuales han conocido problemas) y otros nuevos desarrollos.

Toda la información nueva debería ayudar a las empresas a establecer pautas de distanciamiento, escalonar los cambios, desarrollar nuevos modelos híbridos in situ / remotos, etc. Cada movimiento tendrá que ser evaluado de inmediato y refinado según sea necesario, una tarea difícil, pero que el centro neurálgico puede aceptar con calma.

Desarrollar el músculo para la respuesta y la resistencia
La mayoría de las empresas ya han establecido ‘salas de guerra’ para coordinar la recuperación y el regreso de la pandemia. Pero estos no son suficientes, porque se centran, por ejemplo, en planes tácticos para que las personas vuelvan a las oficinas, para reabrir sus tiendas minoristas una vez que se levante el cierre o para que sus representantes de ventas vuelvan a las calles. En cambio, las compañías deberían expandir sus ‘salas de guerra’ en centros neurálgicos de retorno completamente desarrollados.

Dicho centro neurálgico es una estructura flexible que concentra habilidades de liderazgo y capacidades organizativas cruciales y brinda a los líderes la mejor oportunidad de adelantarse a los eventos en lugar de reaccionar ante ellos. Tiene autoridad en toda la empresa y permite a los líderes y expertos probar los enfoques rápidamente, preservar y profundizar las soluciones más efectivas y avanzar por delante del entorno cambiante. A continuación, esbozamos qué hace el centro nervioso, cómo funciona, la tecnología que requiere y algunos de los beneficios.

Anticipación: cómo ve el centro nervioso alrededor de las esquinas
Los centros nerviosos probablemente estarán en funcionamiento durante los próximos 12 a 18 meses. Su misión principal es escuchar atentamente las señales emitidas por las cuatro fuerzas. Considere las arenas movedizas de la demanda del consumidor. A medida que surgen señales contradictorias, las empresas necesitan saber, por ejemplo, si su ‘barco’ deberá enfrentar más adelante bancos de arena, dónde están los canales y dónde está el océano abierto. Para trazar un ‘rumbo navegable’, los ejecutivos deben monitorear las señales de un cambio digital y decidir qué tan profundamente se ven afectadas sus categorías.

Pueden surgir otras señales de la lealtad a la marca: la propensión de los consumidores hacia algunas marcas frente a otras puede proporcionar pistas sobre qué viajes digitales y físicos las personas están comenzando a elegir. A medida que se vuelven a abrir las tiendas, los microdatos pueden proporcionar información granular sobre las pisadas en sitios específicos y sobre los gastos allí. Estos datos pueden informar las decisiones sobre la reapertura de tiendas minoristas e ideas para mejorar la experiencia digital.

Las empresas también necesitan alguna forma de comprender las brechas de capacidad de sus fuerzas de ventas (como las ventas digitales, para los representantes que trabajan principalmente en el campo). Luego deben abordar estas brechas rápidamente a través de capacitación virtual, tutoría y otras palancas. No hay un libro de jugadas establecido sobre ventas efectivas en una pandemia. Las empresas deberán experimentar, ver qué funciona y luego difundir los hallazgos en sus plataformas de aprendizaje. Para ofrecer lo que los clientes desean, las empresas necesitarán crear experiencias de clientes digitales y sin contacto, que pueden requerir actualizaciones de la arquitectura de TI subyacente.

Dos equipos
Los centros nerviosos pueden satisfacer estas necesidades a través de dos equipos centrales. Primero, un equipo de entrega trabaja hacia un objetivo claramente definido y luego aprende de él. Eso es diferente del enfoque típico: elaborar un plan supuestamente perfecto y luego intentar ejecutarlo. En segundo lugar, un equipo de planificación anticipada aprende de la experiencia del equipo de entrega (especialmente las fallas) y complementa esto con lecciones rápidas de otras fuentes. Un papel crítico para el equipo de planificación anticipada consiste en basar los movimientos estratégicos a mediano plazo en puntos de activación claros y presionar a la organización para que implemente estas ideas más rápidamente de lo que normalmente se sentiría como lógico. Los ejemplos podrían incluir la creación de nuevos canales de ventas, la aceleración de lanzamientos de nuevos productos, la creación de nuevos modelos de negocios o fusiones y adquisiciones.

El equipo de planificación anticipada también puede probar las partes centrales del modelo operativo de la empresa al enfocarse en la capacidad de recuperación, liquidez, suposiciones sobre la demanda del cliente y la solidez del modelo operativo de la cadena de suministro.

Procesando las señales: la plataforma de datos
Para funcionar bien, los centros neurálgicos necesitarán recopilar datos de una amplia gama de fuentes (no solo sus propias operaciones, sino también agencias de salud pública, anuncios de políticas e indicadores económicos), sintetizar esta información en tiempo real y traducirla en acción. Un centro neurálgico con un sistema de información ágil puede ayudar a una empresa a mantenerse al día con los rápidos cambios en la propagación del virus; para responder preguntas sobre, por ejemplo, cómo se verían las compras navideñas sin una vacuna; o para hacer frente a un resurgimiento. Las empresas necesitan una plataforma de información que capture dichos datos, los marque si se infringen ciertos umbrales y ayuda a generar respuestas a los problemas.

La recompensa es la resistencia.
Obtener el músculo de retorno correcto será la clave para desarrollar la resiliencia en toda la organización. Hoy, por ejemplo, los inversores y las empresas se hacen preguntas cada vez más inquisitivas sobre si sus socios comerciales pueden realmente cumplir en las circunstancias más extremas que parecen posibles en los próximos años. Las inversiones genuinas en resiliencia pueden ser una parte esencial de la supervivencia para muchas empresas, ya que proporcionan el colchón requerido por otros contratiempos que podrían estar disponibles durante el próximo año o dos.

Muchas compañías sufren los detalles de sus planes de devolución en lugar de desarrollar las capacidades necesarias para una devolución. Están ejecutando hojas de cálculo para ver cuántas personas separadas a dos metros de distancia caben en una oficina, planificando caminos unidireccionales a través del lugar de trabajo y descubriendo adaptaciones para baños, comedores y entradas. Todas esas son tareas críticas, pero no son suficientes. La capacidad de los principales líderes para reenfocarse en la tarea de desarrollar capacidades sostenibles definirá las empresas que emerjan con menos dificultades de la pandemia en los próximos dos años.
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El informe original fue elaborado por Mihir Mysore, Bob Sternfels y Matt WilsonMihir. Mysore es socio en la oficina de McKinsey en Houston, Bob Sternfels es socio principal en la oficina de San Francisco y Matt Wilson es socio principal en la oficina de Nueva York.
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McKinsey / Comunidad Texil

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La pandemia golpea duro las previsiones de crecimiento de la moda latinoamericana

La colega española Modaes publicó el 26 de mayo un detallado informe sobre la situación del sector moda en América Latina con datos de interés, no obstante su visión “europea”. Asegura que el coronavirus trunca las esperanzas de la moda en Latinoamérica, dado que “las venta en los principales mercados de la región, México, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Argentina, iban a crecer un 9% entre 2019 y 2022”.

El artículo que firma C. Juárez señala que la gran reclusión provocada por la pandemia obliga a la moda a despedirse, al menos temporalmente, de su crecimiento. Dice que la crisis del coronavirus penalizará a todas las economías del planeta, pero cree que en especial perjudicará Latinoamérica, el mercado refugio para la moda, que antes del Covid-19 apuntaba a un crecimiento en la región.

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican ahora que la economía de Latinoamérica y el Caribe se contraerá un 5,3% en 2020, frente a las previsiones iniciales de crecimiento del 1,8% para este año. Con todo, la recuperación llegará en 2021, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) de la región probablemente -sostiene ese organismo- se eleve un 2,9%.

Para la moda, Latinoamérica es su eterna promesa con una creciente clase media alta y en particular para la moda española, por su cercanía cultural. En 2019, la moda en Colombia, Chile, Brasil, México y Argentina movió US$ 67.735 millones, y tenía previsto crecer un 2,76% para 2020. Las perspectivas para 2022 era que el sector en estos seis mercados creciera un 9%, hasta 73.798 millones de dólares, según la opinión del Euromonitor.

El informe opina que México será uno de los países de Latinoamérica más castigados por la crisis de la pandemia. El FMI estima que el PIB mexicano, que ya suma más de 9.000 fallecidos con coronavirus, se encoja un 6,6% en 2020 y se recupere un 3% en 2021.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el país norteamericano registró una caída interanual del 2,4% del PIB en el primer trimestre, la más alta desde 2009. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha confirmado que el país perderá un millón de empleos ante el impacto de la pandemia.

La moda también será uno de los sectores más castigados en el mercado mexicano, que tenía previsto crecer un 3,8% en 2020 y un 11,8% en 2021, uno de los mayores crecimientos de la región. Como en el resto de los países, de las primeras medidas que se tomaron en México para contener el avance de la pandemia fue el cierre de centros comerciales y tiendas departamentales, el pasado 23 de marzo.

Brasil, por su parte, también se enfrenta a una de las mayores caídas económicas. Después de crecer un 1,1% en 2019, el FMI prevé que el PIB brasileño se encoja un 5,3% en 2020 ante el impacto de la pandemia.

El país es el más afectado por el coronavirus en Latinoamérica y en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, con unos 30.000 fallecidos y más de 500.000 contagiados. Parte de esta situación se debe a la falta de medidas tomadas por el presidente del país Jair Bolsonaro, que ha declarado que la alarma está “sobredimensionada” o es sólo una “gripecita”.

En 2019, las ventas minoristas de moda en Brasil registraron una suba del 1,8%, según datos del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (Ibge). Aunque es uno de los mercados más difíciles de penetrar para la moda internacional, el sector movió en 2019 cerca de US$ 29.082 millones, colocándose como el primer mercado para el sector en Latinoamérica. Las perspectivas de futuro para el país antes del impacto de la pandemia pasaban por que la moda creciera un 1,7% en la región este año y un 5,5% para 2022.

Chile será otro de los países más castigados por la pandemia. La economía chilena, que en 2019 creció un 1,1%, se enfrenta a un retroceso del 4,5% para este año. Con todo, será una de las regiones que mejor se recuperen, con un alza del PIB del 5,3% en 2021. Hasta el 30 de mayo, el número de contagios en Chile llegó a los 100.000 y el número de muertos al millar.

El país, que tuvo que retrotraer la flexibilización del confinamiento, era -dice- “uno de los mercados de futuro para la moda en la región, por su estable situación económica”. Sin embargo, el coronavirus y las revueltas sociales del pasado octubre han truncado las perspectivas de crecimiento para la moda en Chile, que pasaban por registrar un alza del 0,2% en 2022.

Perú, por su parte, también se enfrenta a la misma caída económica que Chile. El FMI pronostica que el PIB peruano se contraiga un 4,5% en 2020, aunque para 2021 registrará un avance del 5,2%.

El país es, tras Brasil, el segundo mercado de Latinoamérica más afectado por el Covid-19, con más de 155.000 casos y de 4.400 fallecidos. Para contener el avance, el Gobierno del país decretó estrictas medidas de confinamiento el pasado 16 de marzo, que se ha extendido hasta el 30 de junio.

El número de casos en Colombia es mucho menor que sus vecinos, con más de 28.200 contagiados y casi 900 fallecidos. El Gobierno de Iván Duque ha decretado medidas severas de aislamiento, que comenzarán la desescalada el 1 de junio.

Con todo, la economía de Colombia también sufrirá un revés en 2020, con una contracción del 2,4% este año, tras el avance del 3,3% en 2020. Sin embargo, el FMI estima que el PIB del país, uno de los más estables de la región, vuelva a crecer en 2021, con un avance del 3,7%.

Para la moda, Colombia también era una de sus promesas de futuro, cuna de marcas de renombre internacional como Studio F o Agua Bendita. El sector, que en 2019 movió 6.537 millones de dólares en la región, iba a crecer un 1,8% en 2020 y un 4,9% en 2022.

El coronavirus tomó a Argentina en medio de otra crisis, después de cuatro años de pésima administración y un aumento sideral de su deuda externa. Se presume que el país, tendrá una caída en su economía un 5,7% en 2020, según datos del FMI, pero que crecerá un 4,4% el año en 2021. Por ahora, el país cuenta con más de 16.200 casos confirmados y 530, muertos ha extendido el confinamiento obligatorio hasta el próximo 7 de junio.

El país es para la moda la mayor promesa a largo plazo, con un crecimiento estimado del 21,1% entre 2019 y 2022. Para este año, las perspectivas de crecimiento de la moda en Argentina eran del 6,08%. En 2019, la moda en el país movió UIS$ 10.736 millones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica que la economía de la región caerá entre un 3% y un 4% en 2020, aunque dependerá de “las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y mundial.

Según el organismo, son cinco los ejes que más se verán afectados por el coronavirus. El primero, la disminución de la actividad económica de los principales socios comerciales de Latinoamérica, que depende marcadamente de sus exportaciones y que se verán reducidas por la recesión mundial. La caída de los precios de las materias primas también lastrará el crecimiento de la región. Las marcadas bajas de esos precios y el deterioro de los términos de intercambio tendrán fuertes efectos negativos en los niveles de ingreso de las economías latinoamericanas dependientes de esas exportaciones. La CEPAL apunta especialmente a China, uno de los mayores consumidores de las materias primas de la región.

La interrupción de las cadenas globales de valor también afectará a la economía latinoamericana. “Comenzando por los proveedores chinos y luego por la producción europea y estadounidense, afectaría principalmente a México y Brasil, cuyos sectores manufactureros son los más grandes de la región”, sostiene la CEPAL. Las exportaciones en la región caerán al menos un 10,7% en 2020.

Además, la menor demanda de servicios de turismo es otro factor que lastrará al desarrollo económico de Latinoamérica. En 2018, los ingresos por turismo representaron el 20% del PIB de la región.

Por último, la CEPAL apunta que la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales conllevará una mayor demanda de activos seguros, y por consiguiente menor demanda de activos financieros de la región, lo que podría producir una “importante” depreciación de las monedas de estos países.

Nota de la Redacción: Las cifras de infectados y fallecidos fueron actualizadas al 30 de mayo de 2020.
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MODAES / Comunidad Textil

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Londres y NY respaldarán la propuesta y también quieren volver a sólo dos temporadas

Las organizaciones de moda de Gran Bretaña y los Estados Unidos, BFC y CFDA firmaron un llamamiento dirigido a la industria de la indumentaria mundial. La propuesta es que a partir de ahora abandonar las prácticas de la moda rápida, apostar a un proceso más lento y a la calidad de los productos.

A partir de los desajustes sociales generados por la pandemia, sectores de la industria de la moda reclaman transformar esta situación en una oportunidad. Ahora Londres y Nueva York alzan una voz común para reclamar un acuerdo que saque al sector del ritmo frenético del cambio, de la producción desmesurada que genera sobrestocks y la destrucción de prendas sin uso.

Dries Van Noten.

De esta manera, BFC y CFDA son parte del movimiento abierto por Giorgio Armani, Gucci, Hermès y compartido, entre otros, por la Cámara Nacional de la Moda Italiana y por los signatarios del llamamiento de Dries. Van Noten. Es decir, aquello que suplica el lujo de soltar los mecanismos de la moda rápida.

“Estamos unidos en la creencia de que el sistema de moda debe cambiar, en todos los niveles. Ya llegamos tarde, dice el comunicado de prensa, pero las consecuencias del Coronavirus nos obligan a poner el proceso de replanteo de nuestra industria en el más alto nivel de las prioridades».

A través de un manifiesto online titulado Open Letter to the Fashion Industry (Carta abierta a la industria de la moda), una serie de distribuidores y diseñadores del sector del lujo se aliaron para llamar la atención sobre la necesidad de replantear los tiempos de lanzamiento de las nuevas colecciones y posteriores rebajas, proponiendo como alternativa volver a presentar la temporada de otoño/invierno en invierno y la de primavera/verano en verano y no cuatro o cinco meses antes como hasta ahora.

Con Dries Van Noten a la cabeza y desarrollada a lo largo de tres videofórums, el documento cuenta ya entre sus primeros firmantes con grandes nombres como Craig Green, Erdem Moralıoğlu, Gabriela Hearst, Marine Serre, Thom Browne y Tory Burch y comercios como Bergdorf Goodman, Lane Crawford, Nordstrom y Selfridges.

“Nos hemos visto obligados a dar un paso atrás, a revisar todo lo que estamos haciendo para decidir si tiene sentido”, resumió Van Noten las raíces de la iniciativa Esta recoge también el firme propósito de reducir el impacto medioambiental de la industria y revisar el formato tradicional de los desfiles. Hablamos de un diseñador que, en las dos décadas de trayectoria de su marca, ha eludido lo ‘comercial’ y se ha negado a sacar precolecciones, sin por ello dejar de vender.

Acordamos que el entorno actual, aunque desafiante, presenta una oportunidad para un cambio fundamental y bienvenido que simplificará nuestros negocios, haciéndolo más ambiental y socialmente sostenibles y, en última instancia, alineándolos más estrechamente con las necesidades de los clientes.

La carta propone volver a poner la temporada de otoño / invierno en invierno -agosto / enero- y la temporada de primavera / verano en verano -febrero / julio- (del Hemisferio Norte).

Asimismo crear un flujo de entregas más equilibrado a lo largo de la temporada para proporcionar novedad pero también tiempo para que los productos creen deseo.

Junto a esto realizar descuentos sólo al final de la temporada para permitir más ventas a precio completo: enero para otoño / invierno y julio para primavera / verano (del Hemisferio Norte).

También -explican- trabajaremos para aumentar la sostenibilidad en toda la cadena de suministro y el calendario de ventas a través de:

• Producto menos innecesario
• Menos desperdicio en telas e inventario
• Menos viajes
• Utilizar salas de exhibición digitales además de interacciones creativas personales
• Revisar y adaptar desfiles de moda
• Trabajando juntos, esperamos que estos pasos permitan que nuestra industria se vuelva más responsable de nuestro impacto en nuestros clientes, en el planeta y en la comunidad de la moda, y que recupere la magia y la creatividad que ha hecho de la moda una parte tan importante de nuestro mundo.

El documento de BFC y CFDA señala que alientan “a las marcas, estilistas y minoristas, acostumbrados a la velocidad y al ritmo incesante, a reducir la velocidad. Durante mucho tiempo ha habido demasiadas entregas y producción excesiva. Con los almacenes llenos, el sistema también debe revisar el ciclo de recolección y ser muy estratégico en productos y planes de ventas», aseguran.

El texto también explica que para la moda, la desaceleración tiene, por supuesto, un valor sostenible: porque producir menos también significa producir mejor. “Le aconsejamos que no piense en más de dos colecciones al año, es la advertencia. Te permite relacionarte con la creatividad. Mientras que un ritmo más lento ofrece la oportunidad de reducir el nivel de estrés de los equipos». Más adelante dice que «existe una clara desalineación entre la entrega en la tienda y la necesidad de los clientes: el ritmo debe ser más cercano al de las estaciones».
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La Conceria / CueroAmérica

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Gucci encabeza la rebelión contra la locura de la moda rápida del gran retail y va por las dos colecciones anuales

Alessandro Michele director creativo de Gucci.

Gucci lanzó un verdadero golpe al frenesí de la moda rápida impuesta en las últimas décadas por las empresas multinacionales de retail y vuelve a la lógica de dos colecciones por año. Alessandro Michele, director creativo de marca italiana, lo definió en forma concluyente anunciando: “Nos reuniremos dos veces al año».

Para enmarcar la definición, cabe recordar que actualmente Gucci es la marca insignia de uno de los más poderosos grupos económicos que manejan la industria de la moda y productos de lujo. Y Alessandro Michele es el director creativo de Gucci y responsable de todas sus colecciones y también directivo global de la marca.

Con un particular estilo, el estilista Alessandro Michele escribió en sus Notas del Silencio, publicadas por Gucci en Instagram: “Abandonaré el ritual cansado de la estacionalidad y los shows para recuperar la posesión de un nuevo tiempo, más acorde con mi necesidad expresiva. Nos reuniremos dos veces al año». Para la marca dirigida por Marco Bizzarri, es una verdadera revolución, pero que además tendrá un impacto en el negocio de la moda y la indumentaria.

Marco Bizzarri, CEO de Gucci.

Distorsionados por la cuarentena y los calamitosos efectos del Covid-19, muchas marcas y creativos están expresando la necesidad de cambiar la dinámica del “Sistema de Moda” y el lujo.

El objetivo es detener el frenesí alcanzado y ralentizar los ciclos impuestos por un sector de poderosas empresas, que fueron modelando los ciclos a su negocio de fabricar barato, vender mucho y destruir el sobrante.

El primero que planteó el tema fue Giorgio Armani, pero otros importantes jugadores del sector y hacedores esenciales la época de oro de moda parecían desaparecidos. Sin embargo cuando el silencio se estaba volviendo demasiado significativo apareció el anuncio de Gucci.

Michele explica que le gustaría «abandonar la parafernalia de las siglas (de las colecciones) que colonizaron nuestro mundo”, y agrega: “Me parecen palabras rancias y desnutridas. Iniciales de un discurso impersonal, cuyo significado hemos perdido. Contenedores que se han separado gradualmente de la vida que los generó, perdiendo adherencia a la realidad».

Entonces anuncia que Gucci exhibirá “su camino creativo dos veces al año, sin estacionalidad, sin géneros y sin desfiles de moda. Y propone que se crearán eventos más creativos donde la música será la protagonista. «De tanto en tanto, sinfonías, rapsodias, madrigales, nocturnos, oberturas, conciertos y minuetos salpican mi camino creativo», escribe poéticamente el director creativo de Gucci.

Gucci planteó su posición. Habrá que esperar cuál será la reacción de las otras empresas.
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La Conceria / CueroAmérica

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Cambia la percepción de los consumidores sobre la moda sostenible tras el Convid 19?

El equipo de expertos en Retail de Simon-Kucher & Partners, consultora global de estrategia y marketing, analizó la percepción del consumidor sobre la sostenibilidad del sector de la moda, durante el periodo de la pandemia. En un informe, que sólo analizó el mercado español pero puede ser aplicado a otros mercados, ofrece una serie de datos de interés para los agentes involucrados en todo el proceso del mercado textil.

La consultora asegura que la realidad es que actualmente, y a causa de la situación que se está viviendo por la crisis sanitaria, existe mayor conciencia social en cuanto a los hábitos de consumo. Los consumidores se están volviendo más sostenibles y responsables, lo que conlleva a un replanteamiento del sector de la moda alrededor del concepto de la sostenibilidad.

El “Estudio de sostenibilidad en el sector de la moda”, que ha elaborado Simon-Kucher & Partners, tiene como objetivo de entender mejor el impacto de la sostenibilidad en los hábitos de compra en España. El trabajo aporta interesantes conclusiones, que sin duda son también aplicables, en gran medida, a mercados de países de América Latina.

• Los consumidores tienen cada vez más conciencia ecológica y buscan comprar productos y servicios de empresas que estén comprometidas con el medio ambiente.

• Las marcas 100% sostenibles por ahora tienen una modesta penetración en la cesta de la compra de los españoles (∼7%) pero continúan creciendo.

• El compromiso con la sostenibilidad debe comunicarse de manera efectiva. Los consumidores modificarían su decisión de compra en función de la sostenibilidad de la prenda si conocieran mejor las razones (bajas emisiones, uso de materiales sostenibles, condiciones de trabajadores, etc.).

• Las principales marcas de moda en España tienen una percepción de sostenibilidad baja y muy similar entre ellas.

• Instagram y Google son los principales canales para informarse sobre sostenibilidad.

• Los consumidores perciben justo que la versión sostenible de una prenda cueste en torno a un 20-30% más que la prenda regular.

• Las mujeres y jóvenes están más concienciados con la sostenibilidad que se ve traducido en una mayor disposición a pagar por ella.

• Existen relevantes umbrales psicológicos en el precio de productos de moda con caídas pronunciadas de la demanda potencial al superarlos.

Según palabras de Miguel Ángel Herrero, director del área de retail de Simon-Kucher & Partners, “en el contexto de mercado actual donde los cambios de tendencias están generando nuevos retos es muy importante que las empresas de moda se adelanten y sean capaces de aprovechar las oportunidades que se están generando en relación a la sostenibilidad”.
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Noticiero Textil / Comunidad Textil

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Los minoristas comienzan a hablar de los pros y contras de las compras vía internet

Las restricciones impuestas por la pandemia ha puesto en primera línea las ventas vía internet. El e-commerce mayorista, de ser para muchos una opción lejana pasó a un primer plano, a ser imprescindible. Todavía en período de integración de esta nueva experiencia, la versión italiana de la revista Fashion reflejó algunas voces de compradores comentando los pros y las contras de las compras digitales.

Las compras virtuales no reemplazarán por completo las compras físicas, especialmente para algunas actividades, aseguran algunos. Otras voces opinan que las compras digitales son más fáciles. Pero también están sobre la mesa los lanzamientos de temporada, ya que algunas marcas líderes como Saint Laurent decidió lanzar su propio calendario.

La revista Fashion preguntó a varios compradores de moda sobre el tema de las compras digitales. «Necesitamos videos de alta calidad, imágenes en 3D, funcionalidad de zoom y visiones desde múltiples perspectivas», señala Giacomo Vannuccini (Tricot of Chianciano Terme). Pero esto puede no ser suficiente para todos.

«Comprar camisetas, accesorios y calzado de forma remota es bastante simple, agrega Andrea Molteni, CEO y socia de Tessabit, pero no prendas de punto. Debe contar con el soporte en vivo de un vendedor capaz de ofrecer toda la información. Y, tal vez, de una modelo que usa y desfila con la ropa».

Molteni siente el riesgo de que el sistema digital recompense los productos más vendidos y continuos, a expensas de nuevas propuestas.

Una de las ventajas del sistema virtual es el ahorro de tiempo. Y no solo para transferencias. Quienes viajan para visitar los salones y showrooms pueden compartir información y opiniones simultáneamente con todo el equipo.

Sin embargo, hay quienes esperan un rápido retorno al sistema físico. “La considerable cantidad de información que se pondrá a disposición de los compradores -observa Sabina Zabberoni, CEO y socia de Julian Fashion-, así como la producción de videos, fotos y otros materiales, inducen a las marcas a preferir un retorno rápido al pedido clásico en la sala de exposición». Según Zabberoni, por lo tanto, la pantalla no es suficiente para seleccionar y elegir nuevas marcas o nuevos productos.

Federica Montelli, jefa de moda en Rinascente, pone algunas preguntas sobre la mesa. El primero es el camino tomado por Saint Laurent: «Si otras grandes marcas hacen una elección similar, el concepto de semana de la moda, de campañas de ventas podría fallar, cuestionando toda la política de gestión presupuestaria».

Pero también la ejecutiva considera que “elegir de una pantalla nos ayudará a ponernos en el lugar de los consumidores jóvenes. Esto es ciertamente una ventaja, explica Montelli, pero no podemos renunciar a los viajes para actividades de exploración e investigación o control de la competencia».
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Fashion / Comunidad Textil

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La federación internacional de textiles marca su posición frente a la crisis empresaria

La International Textile Manufacturers Federation, ITMF, emitió un comunicado en el cual instó a las marcas y los minoristas del sector textil a que actúen de manera responsable. Asegura que “la sostenibilidad no es una calle de sentido único. Sólo se puede lograr si las partes interesadas a lo largo de la cadena de suministro se respetan y se tratan de manera responsable”.

La ITMF se fundó en 1904 y sus miembros son asociaciones y empresas de la industria de fibras, textiles, indumentaria, textiles para el hogar, maquinaria textil e industria química textil en casi 60 países de todo el mundo, que emplean directa e indirectamente a millones de personas.

En un comunicado, la federación internacional de empresas textiles opinó que la pandemia reveló cuán extendida es la cadena de valor textil, desde la producción de fibras hasta los productos de consumo terminados ofrecidos por marcas y minoristas en todo el mundo. Las fibras se pueden producir en un país, los hilos hilados en otro; Las telas se tejen o tejen en otro país antes de que la prenda final se cose y se envía a través de los continentes.

“La cadena de valor textil es tan fuerte como el eslabón más débil. Es importante darse cuenta de que, en una situación de demanda global y trastornos en el suministro, la cooperación y el diálogo son primordiales para toda la cadena de suministro. Nuestra industria -agrega- enfrenta problemas de demanda debido a bloqueos en todo el mundo, que han planteado enormes desafíos para la industria minorista.”

“Pasar la pérdida y el dolor a los proveedores cancelando pedidos no puede ser la respuesta, -opina-. Por el contrario, las cancelaciones crearán aún más problemas al debilitar aún más la cadena de suministro”.

“Las empresas de textiles y prendas de vestir están dispuestas a hacer todo lo posible para superar este shock de demanda retrasando los envíos o aplazando los pagos, cuando sea necesario, -dice la ITMF-. Pero esto tiene que estar dentro de límites razonables. Es imperativo que las marcas y los minoristas y sus proveedores cooperen estrechamente y busquen soluciones que se apoyen mutuamente”.

“ITMF y sus asociaciones nacionales de textiles y prendas de vestir representan a cientos de miles de empresas y millones de trabajadores en todo el mundo. Estas empresas y trabajadores no pueden absorber solos la carga. Las recientes encuestas de ITMF han revelado que los pedidos se han desplomado en más del 40% a nivel mundial y que la facturación en 2020 será un 33% menor que en 2019. El problema más apremiante para la mayoría de las empresas es la liquidez. Por lo tanto, es esencial que las marcas y los minoristas encuentren soluciones con sus proveedores que les permitan pagar a sus trabajadores y evitar despidos masivos”.

Finalmente el comunicado dice que “las prácticas de abastecimiento responsable por parte de marcas y minoristas son condiciones críticas previas para una producción respetuosa socialmente y con el medio ambiente. La sostenibilidad no es una calle de sentido único. Sólo se puede lograr si las partes interesadas a lo largo de la cadena de suministro se respetan y se tratan de manera responsable.”
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ITMF / Comunidad Textil

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Pacto de grandes empresas y sectores sindicales para buscar recuperar la industria

Fábrica confeccionista en Bangladesh.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) esta actuando como eje vertebrador de una propuesta de entidades los trabajadores y asociaciones empresarias y grandes marcas, en busca de medidas de apoyo a las industrias textiles. El objetivo de este plan de acción global es superar los problemas económicos derivados de la pandemia y proteger los ingresos, la salud y el empleo de los trabajadores. En esta iniciativa no están representadas las PYMEs.

Esta acción de grandes marcas y ciertos sectores sindicales, busca de sostener la actividad textil confeccionista y la producción global tal cual era antes de la pandemia. Sin embargo, instan a que se en adelante se adopten sistemas sostenibles de protección social para lograr una industria textil más justa.

Las organizaciones, sindicatos y cámaras empresarias que se han sumado a la iniciativa son: la Organización Internacional de Empleadores (OIE); la Confederación Sindical Internacional (CSI); IndustriALL Gloabal Union; la Federeación de Empleadores de Bangladesh; así como importantes marcas y minoristas. Entre estos estacan: Adidas; C&A; H&M Group; la Federación Internacional de la Industria del Vestido; Inditex; M&S; Primark; PVH Corporation; Ralph Lauren; Tchibo; VF Corporation; Under Armour y Zalando.

Una declaración de esta iniciativa señala que “se comprometen a trabajar junto con los gobiernos y las instituciones financieras para movilizar fondos económicos. Dichos fondos deberían permitir a los fabricantes garantizar la continuidad de sus actividades. Entre ellas el pago de los salarios, así como el apoyo a los ingresos y a los planes de conservación de empleo. Todo ello con el fin de hacer frente al impacto de la crisis sanitaria actual”, dice.

Exponemos a continuación una selección de declaraciones hechas por destacados miembros de las entidades y compañías suscritas al pacto:

Roberto Suárez Santos, secretario general de la Organización Internacional de Empleadores, OIE, explicó que “el impacto económico de la pandemia en esta importante industria requiere una respuesta mundial. La OIE se une a este llamamiento a la acción con el objetivo de apoyar la continuidad de las empresas y la subsistencia de los trabajadores de la industria textil durante este difícil periodo. Se trata de una iniciativa voluntaria que se centra en movilizar la acción colectiva. No pretende dejar de lado a los agentes, las empresas y las organizaciones que no puedan unirse”, aseguró.

Por su parte Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), opinó que “la OIT está muy preocupada por la amenaza que supone el COVID-19 para millones de empleos en la industrial textil mundial. Estamos ante una crisis sin precedentes que solo puede resolverse con la solidaridad de todos. La prioridad debe ser preservar las empresas y proteger a los trabajadores. En el núcleo de esto se encuentra el diálogo social efectivo entre los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y de empleadores. Instamos a todos los actores a atender este llamamiento y a tomar medidas conjuntas que nos ayuden a evitar una catástrofe para la industria”.

La OIE, la CSI, la OIT y las demás organizaciones que respaldan esta declaración se comprometieron, de acuerdo con sus respectivas funciones, a apoyar el desarrollo de los pisos de protección social y a ampliar la protección social de los trabajadores y empleadores de la industria textil.

Explicaron que en los próximos días se establecerá un grupo de trabajo internacional convocado por la OIT y coordinado por la OIE y la CSI, en la que participarán marcas y fabricantes, organizaciones de trabajadores y de empleadores, así como gobiernos, para seguir elaborando las medidas de aplicación necesarias para cumplir estos compromisos.
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PinkertModa / Comunidad Textil

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