Càndid Penalba, presidente del Consejo Intertextil Español.

El Consejo Intertextil Expañol (CIE) pone de manifiesto que la crisis del coronavirus Covid-19 plantea un retorno a la fabricación y la producción local europea frente a los problemas que ha supuesto la deslocalización de décadas pasadas. En un escrito analiza la situación de la industria de la moda española después del coronavirus.

La entidad empresaria del sector textil español, en un informe dado a conocer el 21 de abril, explica que aún es pronto para estimar el impacto causado por la pandemia pero estima que sin duda se van a cumplir los peores augurios. “Nos hemos encontrado con un escenario para el que ninguna sociedad actual estaba preparada. La propagación de la enfermedad por todo el mundo ha tenido unas consecuencias dramáticas en cuento a pérdida de vidas humanas, y también en prejuicios económicos y sociales”. Destaca que no hay un antecedente histórico que sirva de guía.

“Ante esta situación y un primer lugar, como no podía ser de otra manera, la sociedad española ha enfocado todos sus esfuerzos a contener la expansión de la epidemia y a atender al gran número de enfermos, y para ello ha sido necesario reducir de forma radical la actividad industrial y, en lo que se refiere a muchas empresas, paralizar la misma”.

La industria textil y de la moda española ha afrontado la situación de forma heterogénea, como heterogéneo es el sector. Las empresas que tenían esa posibilidad, han reorganizado su proceso productivo a contrarreloj para colaborar ante la situación de emergencia sanitaria de forma desinteresada. Han dado un ejemplo de solidaridad y su apuesta por contribuir a salvar vidas ha sido valorada por toda la sociedad.

Por otro lado, buena parte del sector ha tenido que refugiarse en la suspensión de su actividad por los procedimientos habituales, que han sido flexibilizados por el poder ejecutivo debido a la gravedad de los acontecimientos. Su situación en muy complicada, pues se ha enfrentado a una tormenta de acontecimientos negativos. Apunta que lo vivido dejó a las empresas “sin liquidez y puso a muchas de ellas en un situación insostenible”.

El CIE sostiene que si bien es una industria que ha reducido la mitad de su tamaño en los últimos 30 años, lo “que estamos viviendo nos demuestra que nos hallamos ante un sector estratégico” porque “Europa necesita una industria de la moda poderosa, flexible, próxima, capaz de atender las demandas de todo tipo de producción, con todos los subsectores representados en nuestro tejido industrial.”

Advierte que se “ha demostrado que la dependencia de proveerse en lejanía puede ser nefasta, pues nos deja sin respuesta rápida a cualquier circunstancia excepcional. De hecho, los países que mejor se están defendiendo contra la pandemia son aquellos que no dependen de terceros para proveerse de productos sanitarios. Y esa lección es aplicable a todo el sector.

Los empresarios españoles afirman que necesitan “fabricar en Europa, pero no porque sólo miremos por el interés de nuestras empresas, sino porque somos esenciales para la sociedad. Además, podemos hacerlo de forma sostenible, respetuosa con el medio ambiente y con unas relaciones laborales basadas en la confianza”.

Acuerdan que “se necesita un cambio trascendental del escenario en el que nos hemos movido en las últimas décadas. Europa tiene que datarse de una uniformidad fiscal y arancelaria que permita que todos compitamos en igualdad de condiciones. Las instituciones estatales y europeas deben generan un marco regulatorio congruente con la nueva situación, pues va a ser fundamental contar con un tejido industrial completo en Europa. No podemos perder una empresa más”, sostiene.

Menciona las importantes capacidades de producción y distribución “que deben ser tractores en esta recuperación” y deben lograr que “el consumidor se mueva por una escala de valores que contemple muchas más variables que el precio”.

Argumenta que “es preciso un ecosistema industrial europeo fuerte y sostenible, y para ello tenemos que mantener toda la industria auxiliar que nos queda, pues se demuestra que la misma es fundamental en momentos de crisis. En ese entorno, España puede y debe ser uno de los líderes. Con su capacidad de afrontar los retos más exigentes, como se ha demostrado durante esta y anteriores crisis”.

Llevamos décadas de colaboración. Empresas, organizaciones patronales y sindicales, centros de formación y de innovación, instituciones autonómicas, estatales y supraestatales. Nuestro sector ha sido ejemplo de colaboración entre todos los actores y miembros de la cadena de valor.

Asegura que el sector “puede ser un motor de una recuperación que tiene que comenzar en cuanto la situación sanitaria lo permita. Primero, asegurando la supervivencia de las empresas y sus puestos de trabajo y, en un futuro no muy lejano, dando a luz a nuevos proyectos que generan empleo de calidad. Tenemos que ser ambiciosos e ir más allá; incluso, podemos pensar en recuperar actividades que fueron desplazadas a terceros países y que, en este nuevo escenario, podrían volver”, propone la entidad.

Consejo Intertextil Españaol propone que “es el momento de un gran acuerdo para el futuro de la industria textil y de la moda española y europea. Un acuerdo en cuya gestación intervengan todos los actores, y que no quede solo en una mera declaración bienintencionada como las muchas que se guardan en los cajones”. Señala que “esta vez debemos trazar un plan claro, con fechas y responsables comprometidos, con personas de reconocido prestigio al mando de las operaciones, con recursos y ayudas que nos permitan salir de esta gran crisis con la posibilidad de ser protagonistas de la deseada recuperación”.

Según CIE, en España operan 8.005 empresas textiles, que ocupan a 128.000 personas y representan una facturación de 10.371 millones de euros.

Actualmente el Consejo Intertextil Español, que fue fundado en 1979, está formado por cinco miembros: la Federación de la Industria Textil Lanera (FITEXLAN), la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero (AITPA), la Federación Textil Sedera (FTS) y la Federación Nacional de Acabadores, Estampadores y Tintoreros Textiles (FNAETT) -agrupadas en la Confederación de la Industria Textil (Texfor)-; y la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval).
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CIE / Comunidad Textil

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