Las medidas económicas que tomó el presidente argentino Javier Milei impactaron negativamente en el consumo y está produciendo un fuerte remezón en todo el sector industrial y comercial del país. Entre los sectores más golpeadas están el textil, confecciones y calzado, que comenzaron a despedir y suspender personal debido a la caída vertical en la demanda. De acuerdo a la estimación de las empresas, la baja de las ventas alcanzó al 50%. Los empresarios también advirtieron sobre la ruptura de la cadena de pagos.

Con una inflación superior al 70% en los primeros tres meses de gobierno, aumento de tarifas de energía, freno a la obra pública y despidos en la administración pública, el consumo no demoró en caer a abruptamente. Por esto, los empresarios argentinos se enfrentan a un año que se perfila como de una fuerte crisis. Ante este escenario tan adverso, las fábricas textiles y de calzado reducen personal y buscan achicar sus costos.

La textil Coteminas, ubicada en la provincia de Santiago del Estero, despidió a parte de su plantel. Este fabricante de ropa de cama y toallas dio de baja recientemente a 41 trabajadores que se suman a los 63 que fueron desvinculados en diciembre pasado. Además de la baja en las ventas, la empresa señaló a la apertura de las importaciones y el aumento de los costos internos como razones para reducir personal.

Planta de Coteminas

El caso más dramático se vivió en la provincia de Santa Fe. Mario Giambattitelli, presidente de la Cámara de la Industria de la Indumentaria de Rosario afirmó que en los últimos cuatro meses han cerrado 160 talleres textiles que empleaban a unos 100.000 trabajadores. El empresario añadió que los productores están vendiendo la maquinaria a precios irrisorios y advirtió que si no hay un cambio de políticas económicas “será prácticamente imposible fabricar ropa en Argentina”.

Australtex, la textil de la provincia de Tierra del Fuego –en el extremo Sur argentino, afirmó que las ventas en estos últimos meses han sido prácticamente nulas y, debido a eso, despidió a decenas de trabajadores y negocia la suspensión de otra parte del personal.

En la provincia de Tucumán, la reconocida fabricante de calzado deportivo Topper revocó los contratos de 85 operarios por el freno en la actividad y la imposibilidad de seguir produciendo stock. El mismo panorama se vive en la provincia de La Rioja, provincia del norte argentino que desarrolló en los últimos años un gran parque industrial con empresas del sector textil. Según la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA), ya suman un centenar los despedidos en esa provincia.
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Fashion Network / Comunidad Textil

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