La relación entre la compañía francesa Lacoste y su licenciatario y socio en la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, el Exxel Group, que dirige su fundador y principal accionista Juan Navarro, parece llegar a su fin. Parece un final anunciado, para el grupo financiero que emergió en los ’90 y que cosechó una consistente y nefasta historia de acciones para-legales.

Aseguran que los franceses expresaron sus decisión de concluir el vínculo comercial con sus socios en la empresa Vesubio -que mantiene 600 empleados- y la representación. Porque Vesubio es también la dueña de la licencia y de la operación de Lacoste en Argentina y se trata de una sociedad en la que Juan Navarro y el Exxel poseen el 50% y la otra mitad corresponde a Devanlay, que pertenece a Lacoste.

Juan Navarro, titular del Exxel Group

La pelea se está dirimiendo en Madrid, sede de Devanlay España, una holding que controla a la firma argentina que repite los mismos dueños: 50% Lacoste Francia y el otro 50% de Navarro a través de empresas panameñas como Global Group.

Hace algunos días fue despedida por Navarro la gerente general de Vesubio Cecilia Mascardi (ex Nike ) y Clarín supo que el presidente mundial de Lacoste, Guibert Thierry escribió a los ejecutivos de Argentina y Brasil diciendo que el pacto de accionistas entre Juan Navarro y ellos, “está roto”, dice que comentó una fuente de Lacoste Chile.

Todo comenzó a hacerse evidente cuando vino hace un mes al país Cristian Rondelet CEO para Américas de Lacoste y pidió números que no le suministraron. Más aún, lo dejaron plantado en una cena. Tampoco viajó nadie de Argentina a la convención de Lacoste en Francia, cita inevitable a la que nunca faltaron desde que la empresa Lacoste está en el país.

De perder la licencia de Lacoste, el Exxel, que supo ser un holding que llegó a tener 73 empresas en los años ‘90, quedaría reducido a sus negocios de seguridad y en el sector textil, a Paula, Cacharel y Penguin.

Planta de Lacoste en la provincia de San Juan, inaugurada en el 2011

Este no es el primer conflicto que enfrenta a Navarro con los franceses, ya que aún mantiene en los tribunales un prolongado litigio con Carrefour por la venta de una cadena de supermercados (Norte) en 2001. En ese momento, cuando el riesgo país era la verdadera sensación térmica y había escalado a los 1.300 puntos para romper la barrera de los 5.000 un tiempo después, Navarro sorprendió con una operación millonaria con la venta de la cadena de supermercados Norte a la francesa Carrefour.

Tres años más tarde, Carrefour le inició un juicio por estafa al directorio del Exxel, incluyendo a uno de los principales socios de la firma de auditores Price Waterhosue Coopers, por “falsear los resultados del balance de supermercados Norte”. Vueltas de la vida o de los negocios, el ex CEO mundial de Carrefour cuando se hizo la operación, José Luis Durán, pasó a ser el número uno de Lacoste y fue quien desde la líder en ropa deportiva impulsó que Navarro se transformara de licenciatario a socio de Lacoste para la marca en esta región.

Juan Navarro aprendió en el Citibank de Nueva York cómo comprar empresas sin tener un dólar. Esas operaciones apalancadas en créditos del exterior le permitieron sumar 73 firmas y facturar US$ 4.800 millones. Su accionar fue hijo dilecto de las nuevas leyes que acunó en los ’90 el gobierno de carlos Menem, que llevó a la Argentina a la peor crisis de su historia.

Su porfolio tuvo a exitosas empresas minoristas como Freddo, Havanna, Musimundo, Fargo y la tarjeta MasterCard, entre otras, empresas que manejó con escasa pericia y demasiados conflictos. En 1998 compró casi todas las firmas que habían pertenecido a Alfredo Yabrán como OCA. En el 2001 la mayoría de esas empresas quebraron, dejando un tendal de proveedores perjucidaos.
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Clarín / Comunidad Textil

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