A medida que comienza una nueva temporada de cosecha, el algodón alcanzó un precio máximo de US$ 0,96 centavos por libra, a fines de agosto. Un aumento del 47,7 % en comparación con el muy bajo nivel registrado a principios de septiembre de 2020. A los problemas de la vacunación, el descontrol del tráfico de cargas se le suma a los efectos de la guerra comercial que iniciara Donald Trump.

El aumento, que respondió a la reanudación de las producciones asiáticas a finales de 2020, se ha acelerado en los últimos meses por la recuperación en los pedidos, pero también por la persistente crisis del transporte de mercancías.

Depósito de fardos de algodón en China.

A esto se agregó la persistente guerra comercial impuesta por la administración Trump, que en este mercado se centra en el boicot al algodón de China -primer productor mundial-, en este caso con la acusación estadounidense de maltrato a los uigures (ciudadanos chinos de credo musulmán).

Los analistas de USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), tercer productor mundial, pronostican un consumo global récord de 123,3 millones de pacas para la temporada desde agosto de 2021 hasta finales de julio de 2022. Aseguran que sólo se ha alcanzado este mismo nivel tres veces, según sus registros. Destacan que China, India y Pakistán serían los principales usuarios de algodón durante el próximo período, lapso en el que la producción debería mostrar niveles estables, con 118,8 millones de pacas, que se producirían en la cosecha 2021/2022. Como era de esperar, India, China y Estados Unidos serán los principales proveedores mundiales, acumulando los tres el 60% de ese volumen.

Aseguran que por segunda temporada consecutiva, la demanda superará la producción, lo que reducirá teóricamente las existencias mundiales a 87,2 millones de pacas, un 5% menos en un año y, sobre todo, el nivel más bajo en los últimos tres años.

Esta situación, evidentemente, no deja de tener consecuencias sobre los precios. En especial en un momento en que la demanda mundial de productos de algodón, en particular de prendas de vestir, está aumentando nuevamente. El mercado también tiene que afrontar la crisis del transporte de mercancías, que multiplica por 3 o 6 el precio del transporte entre Asia y Occidente, ya que los confinamientos han causado situaciones complejas en los principales puertos del mundo y problemas de la disponibilidad de contenedores.

Retomando las causas que contribuye al alza de los precios del algodón, se recuerda que muchas marcas internacionales fueron presionadas para boicotear el algodón de Xinjiang, la provincia China que es acusada por los Estados Unidos de aplicar trabajo forzoso a la minoría musulmana uigur. Esa provincia concentra el 80% de la producción algodonera china, y que representa alrededor del 20% de la producción mundial. Siendo la producción de los Estados Unidos el gran competidor de China, se entiende que es el principal beneficiado del aumento de precios, por esa campaña iniciada por Donald Trump.

Además China también tiene el stock de algodón más grande del mundo, que continúa fortaleciéndose, según la Asociación del Algodón de China. Durante la temporada 2020-2021, se espera que las importaciones de algodón crezcan un 75% para llegar a 2,8 millones de toneladas, dice la organización. Una situación observada de cerca por la industria, que recuerda que las masivas existencias chinas habían contribuido a la explosión de los precios hace 10 años, después de cosechas desastrosas.
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