Un estudio del equipo integrado por el Instituto Francés de la Moda y Première Vision, IFM/PV, consigna que una parte de los consumidores europeos están cambiando sus actitudes de compra: buscan sobre todo artículos de moda eco-sostenibles, de producción local y de alta duración. Junto con registrar una tendencia a la baja del consumo, consigna que las compras parecen estar orientadas por la selectividad del origen.

La principal conclusión del trabajo es que los consumidores tienen una actitud cauta debido a la pandemia y de la inseguridad que provocala crisis, el 42% de las mujeres y el 30,4% de los hombres reducirán sus gastos. Sin embargo, la moda sigue siendo la compra placentera por excelencia, y manifiestan que sus compras estarán orientadas a elegir por la eco-responsabilidad de los productos y también por su producción local.

Durante el reciente mes de junio el IFM (Instituto Francés de la Moda), que forma parte de la Cátedra IFM/Première Vision, realizó un estudio de mercado para estudiar los planes de consumo de los consumidores europeos para la segunda mitad del año. Usó para ello una muestra de 5.000 consumidores de 18 años hacia arriba, que constituyen una muestra representativa de los consumidores de Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña.

Motivados por su deseo de consumir mejor, casi la mitad de los europeos, independientemente de su edad, consideran que la presencia de materiales ecológicos en los objetos deseados constituye el factor principal de su decisión de compra. Por otro lado, el 58,5% de los encuestados se muestra favorable a la producción local, igual que sucede en el sector de la alimentación.

Debido a la pandemia y de la inseguridad que provoca, el 42% de las mujeres y el 30,4% de los hombres esperan reducir sus gastos. El 13,7 de las mujeres y el 17,1% de los hombres, por el contrario, esperan aumentar sus compras. Casi el 90% de estos últimos están movidos por lo que se ha denominado compra venganza, como consecuencia de las limitaciones impuestas por el confinamiento.

Los consumidores franceses -según el estudio de IFM/PV- indican que la moda está situada en el cuarto lugar de sus prioridades, por detrás de la salud/bienestar, la alimentación y la decoración de su hogar, pero por delante de las vacaciones, el tiempo libre, los automóviles y el deporte.

En general, las compras de los consumidores europeos se orientarán sobre todo hacia artículos ‘intemporales’ por delante de los de mayor calidad y precio. Esta constatación parece estar en línea con la tendencia a un consumo más meditado y prudente.

Los productos de moda que atraen a una mayoría de los consumidores son los que respetan el medio ambiente. En concreto, el 64,1% de ellos desea comprar artículos con materiales eco-responsables, y un 30,1% está dispuesto incluso a pagar más por ellos. El porcentaje sube al 66,1% en Francia y al 76,2% en Italia. Los consumidores de 18 a 34 años son los más dispuestos en esta dirección, con un 73,1% del total europeo.

En Francia, las oportunidades para la moda responsable son todavía mayores ya que el 36,8% de los consumidores está dispuesto a dedicarles una mayor parte de su presupuesto. Otro 51,6% haría compras responsables pero con el mismo presupuesto que gasta en las normales. Uno de cada dos consumidores entre 18 y 34 años estaría dispuesto a gastar incluso más en artículos de moda responsable.

El análisis de los materiales es el principal motor para las compras eco-friendly. El 41,8% de los encuestados menciona la importancia de los materiales eco-responsables para sus decisiones de compra (artículos reciclados, orgánicos o con nuevas fibras). En Gran Bretaña y Alemania este porcentaje sube ligeramente hasta el 43,8 y el 45,6% respectivamente. El interés es especialmente grande en los jóvenes de los países analizados.

Este resultado sugiere que en tiempos de crisis sanitarias el interés por los materiales está relacionado con la preocupación por la salud. En Francia e Italia, por ejemplo, los consumidores siguen mostrando interés por los productos medioambientalmente sanos (un 40,7% en Francia y un 44% en Italia).

Los consumidores de 18 a 34 años que no planean hacer compras responsables justifican su actitud por su mayor precio. De hecho, el 61,8% lo haría si los precios fuesen más bajos.

También hay interés por el mercado de segunda mano. El 30,8% de los consultados podrían hacer una compra de este tipo en los próximos meses. Entre los más jóvenes el porcentaje sube hasta el 44,3%, porcentaje que llega al 54,1% entre los jóvenes franceses.

La mayoría de los consumidores seguirá prestando atención a las etiquetas de las prendas. El 60% se fijará en el lugar de procedencia de los artículos. El 33,1% de los más jóvenes se muestra incluso dispuesto a boicotear productos fabricados fuera de su mercado natural.

Los encuestados indican que son partidarios de que las etiquetas indiquen el lugar de procedencia de los artículos. Algunos sugieren que debería ser obligatorio, aunque esto exigiría la redacción de una directiva europea.

El tema es todavía más importante en países con una tradición manufacturera, como Francia y especialmente Italia. En este país el 73,5% de los consumidores se fija en el lugar de origen del producto y el 72,9% prefiere productos fabricados en Italia. En Francia estos porcentajes bajan al 63,5 y al 61,5%.

El interés por la trazabilidad y la transparencia es inferior en Alemania y Gran Bretaña, que siguen siendo países mayormente importadores.

Según el estudio de IFM/PV, incluso a corto plazo, los consumidores favorecen un consumo más meditado y desean mantener sus hábitos tradicionales de compra. La perspectiva puede ser incluso más optimista en el momento en que la sociedad recupere la confianza. La encuesta confirma un fuerte interés en la moda eco-responsable, cuya importancia puede crecer en los próximos meses, cuando pase la crisis del Covid.

Sus materias primas constituyen el principal factor para decidir la compra de productos sostenibles. Puede tratarse de materiales orgánicos, reciclados o manufacturados con nuevas fibras.

Del mismo modo, el deseo de una mayor transparencia y trazabilidad abre oportunidades de negocio a productos locales, especialmente en países con tradición manufacturera, como Francia e Italia. Esta actitud es especialmente significativa entre los consumidores situados entre los 18 y los 34 años, que desean comprometerse con un consumo más responsable.
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PinkerModa / Comunidad Textil

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