Trabajadoras en una industria confeccionista de Myanmar

Trabajadoras en una industria confeccionista de Myanmar

Myanmar, la antigua Birmania, vuelve a posicionarse como uno de los polos productivos de la industria de la confección., sólo en el último año, la industria textil del país, situado en el sudeste asiático, ha creado 100.000 puestos de trabajo y supera ya los 300.000 empleados, según datos de la central empresaria del sector.

Siguien el ejemplo de sus vecinos India y Bangladesh, el Gobierno del país ha colocado a la industria textil como una de sus prioridades para reactivar el desarrollo económico de la región. La confección de prendas de vestir es, junto al turismo, la agricultura, la madera y el caucho, uno de los sectores estratégicos de su economía.

El objetivo de Myanmar es que el sector genere en el ejercicio 2015-2016 exportaciones por valor de US$ 2.000 millones, el doble de 2012, cuando se situaron en US$ 900 millones y un 17,6% superiores a 2014-2015, cuando han alcanzado los US$ 1.700 millones.

En el último año, el país ha disparado sus exportaciones de prendas confeccionadas a Europa un 84,6% respecto a 2013. Las compras europeas de ropa procedente de Myanmar se situaron en 2014 en € 232 millones, frente a los € 125,7 millones del año anterior. En sólo un ejercicio, la industria textil de Myanmar ha avanzado diez puestos en el ránking de los principales proveedores de prendas de Europa, hasta ocupar el puesto número 44.

El país ha reactivado la inversión foránea en la industria textil local después de que la Unión Europea y Estados Unidos decidieran eliminar las sanciones económicas, después de que el Gobierno local convocara unas primeras elecciones democráticas. Esta apertura ha despertado el interés de los grandes de la moda, que se han fijado de nuevo en Myanmar, un país que ya había desarrollado en el pasado su industria de la confección.

El sector cuenta con alrededor de 350 empresas, la mayoría de las cuales trabajan orientadas a la exportación. Sólo el 25% de estas compañías fabricantes son propiedad de empresarios locales, mientras que el 75% restante son de capital extranjero, sobre todo de Corea, China y Japón. La industria local exporta sobre todo a Japón (en torno al 50% del total de las ventas al exterior) y a Corea (el 30%).

Como otros países de la región, Myanmar atrae a las empresas con sus muy bajos costos laborales y otras ventajas otorgadas por el estado. Por eso no es extraño que la expansión y el aumento de la planta de trabajadores haya generado no pocos conflictos. Las protestas en el sector han sido habituales en Myanmar, pero en 2013 disminuyeron a raíz de que el Gobierno marcó un salario mínimo e impulsó un paquete de mejoras sociales.

Sin embargo, en febrero pasado, el país vivió uno de los más graves episodios labores cuando cerca de 4.000 trabajadores de la industria textil en huelga reclamaron un aumento salarial.

 
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Moda.es / Comunidad Textil
 


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