Según el reciente informe de Textile Exchange, la producción mundial de fibras alcanzó un máximo histórico de 124 millones de toneladas en 2023, lo que representan un aumento del 7%. El informe analiza los volúmenes totales utilizados para prendas de vestir, textiles para el hogar, calzado o cualquier otra aplicación. Los datos demuestran que la cuota de mercado de las fibras sintéticas vírgenes de origen fósil siguió aumentando en 2023 hasta 75 millones de toneladas, con una disminución de la del algodón y de las fibras recicladas.

Claire Bergkamp, directora ejecutiva de Textile Exchange, ha resumido sus impresiones a la vista de los resultados del informe. “Esperamos que estos datos sirvan como un llamamiento a la acción. Destacan tanto los éxitos como las áreas críticas en las que debemos intensificar nuestro enfoque para cumplir con los objetivos climáticos. Desbloquear vías para el reciclaje de textil a textil será esencial para reducir la dependencia de los materiales sintéticos vírgenes. Igualmente importante es seguir apoyando a quienes están impulsando la transición de los sistemas convencionales a los materiales ‘regenerados’. Es más urgente que nunca apoyar a quienes ya han invertido en esos materiales, al mismo tiempo que se permite la transición desde los sistemas convencionales a gran escala”.

Otras conclusiones importantes del informe
Producción récord de fibras. A pesar de los esfuerzos del sector para reducir la producción, la producción mundial de fibra se ha más que duplicado desde el año 2000. Los 124 millones de toneladas del año pasado representan un aumento del 7% respecto a los 116 millones de 2022. Se espera que aumente hasta 160 millones en 2030 si continúa la tendencia actual.

Las fibras sintéticas siguen dominando el mercado. La producción de fibras sintéticas vírgenes de origen fósil aumentó de 67 millones de toneladas en 2022 a 75 en 2023. El poliéster siguió siendo la fibra más producida a nivel mundial, con el 57% de la producción total de fibras.

Las fibras sintéticas recicladas tienen dificultades. Aunque la producción de fibra de poliéster reciclado aumentó ligeramente en 2023, su participación disminuyó del 13,6% al 12,5%. La poliamida (nylon), la segunda fibra sintética más utilizada, constituyó solo el 2% del mercado total. Estas tendencias se atribuyen a los precios más bajos y a la producción continua de sintéticos vírgenes, así como a las limitaciones actuales en las tecnologías de reciclaje. Menos del 1% del mercado mundial de fibras procedió de textiles reciclados pre y posconsumo.

La producción de algodón experimentó un ligero descenso. Los volúmenes totales mundiales de algodón cayeron ligeramente de 25,1 millones de toneladas en 2022 a 24,4 millones de toneladas en 2023. Sin embargo, la proporción de algodón producido bajo programas de sostenibilidad se mantuvo estable y representó el 29% de todo el algodón producido.

La lana certificada aumenta. Los datos mostraron tendencias positivas para la lana producida bajo estándares como Responsible Wool Standard (RWS), ZQ, Sustainable Wool, Sustainable Cape Wool Standard (SCWS) y los programas Climate Beneficial. Gracias a esto, su cuota de mercado pasó del 4,2% en 2022 al 4,8% en 2023. La lana reciclada siguió representando alrededor del 6% del mercado mundial de lana.

El mohair y la cachemira certificados suponen casi la mitad de la cuota de mercado de esas fibras. Las fibras certificadas como el mohair y la cachemira experimentaron un crecimiento notable, ambas con participaciones de mercado del 47%.

Aumento de la producción de fibras celulósicas artificiales. La producción total de fibras celulósicas artificiales aumentó de 7,4 millones de toneladas en 2022 a 7,9 millones en 2023, lo que representa ya el 6% del mercado mundial de fibras.

Continúa dependencia de nuevos materiales sintéticos vírgenes de origen fósil. Esta evolución hace peligrar los compromisos del sector textil con sus objetivos climáticos. También muestra las limitaciones actuales del reciclaje de textil a textil y la urgente necesidad de soluciones innovadoras, ya que la mayor parte del poliéster reciclado todavía procede de botellas de PET.

Creciente demanda de fibras animales responsables. Contribuyen a ello programas como el Estándar de Mohair Responsable (RMS) y el Estándar de Alpaca Responsable (RAS), que mejoran el bienestar animal y la gestión ambiental. Esto indica el potencial de los estándares de las granjas de este tipo para aumentar el reconocimiento de prácticas más sostenibles.
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PinkerModa / Comunidad Textil

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