Un informe de la ONU estimó que el impacto total del coronavirus en las exportaciones de las cadenas de valor mundiales será de hasta US$ 50.000 millones, de los cuales más de US$ 1.500 millones corresponderán a la cadena del sector textil y prendas de vestir.

La dramática reducción en la producción manufacturera en China en febrero debido al brote de COVID-19 resultó en una pérdida estimada de exportaciones de cadenas de valor globales por valor de US$ 50.000 millones, incluyendo más de US$ 1.500 millones en industrias afectadas por textiles y prendas de vestir, debido a la escasez en entradas intermedias, según un informe de la ONU.

Recientemente Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) lanzó unos datos alarmantes: “Está claro que los efectos globales serán significativos, e incluso si el COVID-19 se retiene dentro de China, lo que no ha sido, seguirá teniendo un impacto continuo debido al impacto de este país en las cadenas de valor globales de la producción mundial».

Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional, y Alessandro Nicita, economista, de la UNCTAD.

Descaó que la región más afectada fue la Unión Europea, con US$ 15.600 millones, seguida por los Estados Unidos (US$ 5800 millones) y Japón ($ 5.200 millones).

El análisis realizado por economistas de la UNCTAD, titulado «Impacto comercial global del coronavirus (COVID-19)», examinó el resultado en 13 industrias y reveló que, en lo que respecta a textiles y prendas de vestir, las más afectadas fueron las industrias de la UE con pérdidas de US$ 538 millones; Vietnam, US$ 207 millones; Turquía, US$ 164.2 millones; Hong Kong, US$ 107 millones; Taiwán, US$ 102 millones, y los Estados Unidos, US$ 80 millones.

Cuando se le preguntó sobre el gran impacto en el sector textil y de la confección de la UE, Alessandro Nicita, economista internacional de la UNCTAD, dijo a WWD, que el sector de la UE, aún importante para miembros como Italia, Francia y España, «está muy integrado con los proveedores chinos. China -dijo-, es un importante proveedor de insumos intermedios como hilos, telas, cremalleras, botones y otros accesorios para el sector”.

Coke-Hamilton señaló que en la actualidad alrededor del 20% del comercio internacional de bienes intermedios depende de China, y como resultado, el país se ha convertido en «una parte integral crítica» de las economías y las cadenas de valor mundiales en todo el mundo.

En comparación, en 2002, cuando China se había unido recientemente a la Organización Mundial del Comercio, su participación de insumos intermedios (partes y componentes) para la fabricación era de solo 4%», dijo Nicita. El experto agregó que la economía mundial de hoy «es muy dependiente en China» y muestra cómo la fabricación integrada se ha convertido en la economía global.

El economista de la UNCTAD le dijo a WWD que si no se puede contener la propagación del brote del virus, podría convertirse en «un desastre para la economía mundial» y podría desencadenar una recesión global.

Afortunadamente, si el brote se contiene, dijo, la economía global se recuperaría. Señaló el Índice del Gerente de Compras de Manufactura de China, que cayó en 22 puntos en febrero a 37.5, su nivel más bajo desde 2004, y señaló que esto se traduce en una reducción del 2% anual en la producción de China.
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WWD / Comunidad Textil

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