Carlos Castelli, fundador de Todo Moda.

El barrio de Once, en la Ciudad de Buenos Aires, es conocido por su interminable lista de mayoristas en donde se encuentran buenos precios. En 1992, Carlos Castelli se dedicaba a la fabricación y venta mayorista de accesorios de moda en ese distrito. Pero en 1995 sus hijos, Mariana y Martín le propusieron abrir un local minorista en la estación de ferroviaria que da nombrte a ese barrio. Así fue la génesis del primer punto de venta de lo que hoy es conocido como Todo Moda. Con el tiempo llegó la hora de la internacionalización y luego un nuevo canal llamado Isadora.

Desde el comienzo, los hijos aportaron su visión para lograr que el emprendimiento despegara. Mariana se encargó del modelo de negocio y la estrategia de ventas, y Martín desarrolló el sistema informático que permitiría organizar y registrar las operaciones.

Mariana y Martín Castelli de Todo Moda e Isadora.

Ambos fueron visionarios y lograron descifrar que la fusión de sus habilidades determinaría el futuro de la marca: Martin era el encargado de la tecnología y la logística, Mariana se encargaba de la competencia y la experiencia del consumidor, y Carlos suministraba el «know how» del rubro, el manejo de los costos y la negociación.

Consiguieron la fórmula del éxito y no tenían ninguna duda de que iban a crecer, todas sus energías estaban puestas en esa meta. Como punto de partida, se propusieron abrir 100 tiendas y crear un sistema informático que les permita organizarlas. La tecnología se volvió un punto clave para su crecimiento.

La empresa asegura que siempre fue un factor diferencial saber, en tiempo real, que es lo que quiere y necesita el consumidor y tener la capacidad de dirigir rápidamente la producción a abastecer los deseos del mercado. Hoy en día, analizan 100 millones de datos por semana.

Otro punto a favor, que les facilitó crecer rápidamente, es que más del 50% de los productos que ofrecen se fabrican en Argentina, lo cual les permite tener una mayor velocidad ya que no tienen que esperar importaciones. Este modelo les da la posibilidad velocidad, flexibilidad y eficiencia. Una vez que consiguieron el éxito dentro de Argentina se ocuparon de expandir su negocio fuera del país. En 2001 abrió la primera tienda de Todo Moda en México y luego, con la ayuda de inversores locales, lograron abrir tiendas en Perú y Chile.

Con la llegada del 2004, el rubro de los accesorios de moda venía en constante crecimiento y la competencia era cada vez más evidente y amenazadora. En este contexto, la familia Castelli decidió poner en marcha un nuevo proyecto que ya venían trabajando. Era una tienda similar a Todo Moda pero con la mira puesta sobre un público más refinado, más adulto. Le propusieron la oferta a los innumerables shoppings en donde Todo Moda tenía locales y así nació Isadora, una marca destinada a mujeres jóvenes con mayores ingresos.

Ambas marcas se agruparon bajo el nombre Blue Star Group y continuó en constante expansión desde aquel momento. Hoy en día, el pequeño emprendimiento de la familia Castelli ya cuenta con comercios en Argentina, México, Chile, Perú y Brasil. Llegaron a alcanzar más de 800 negocios en la región.

Curiosamente, los Castelli optaron por mantener el control de todas sus tiendas, en vez de acudir al modelo de franquicias, en pos de poder tener la información centralizada y poder ejecutar las decisiones pertinentes de una manera más eficiente. Según Martín Castelli la intención de la marca es facturar US$ 1000 millones, salir al mercado de la Bolsa, triplicar la cantidad de empleados y convertirse en la empresa más grande del rubro de los accesorios de moda. En este sentido señaló: «pensarnos globales desde el día uno, fue clave».
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El Cronista / Comunidad Textil

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