Mark Parker, presidente de Nike

Mark Parker, presidente de Nike

Luego de una reciente visita del presidente Obama a Nike, la empresa ha dicho que si aprueban las condiciones del Acuerdo Trans-Pacífico (TPP), podría volver a podría producir en Estados Unidos por primera vez en los últimos 30 años. Varios analistas trataron de mentirosa a la más grande compañía de indumentaria deportiva.

En una visita a una sede de Nike, el presidente de Estados Unidos Barak Obama dio a conocer una legislación que, asegura, podría potencialmente subir los estándares laborales a nivel global y aumentar fuertemente las oportunidades de trabajo en ese país. La empresa le respondió que se esta ley se aprobara volvería a producir en el territorio de los Estados Unidos.

La legislación que actualmente se discute es el Acuerdo Trans-Pacífico (TPP), que dará al presidente el poder necesario para negociar acuerdos comerciales. De esta forma -dicen-, no necesitará consultar a los legisladores para crear estos acuerdos.

Nike mencionó en un comunicado de prensa que si se bajaran las tarifas al calzado mediante el TPP, Nike podría “acelerar el desarrollo de nuevos métodos de producción y mejorar la cadena doméstica de suministro para apoyar la base productiva de Estados Unidos”.

En otras palabras, Nike está diciendo que si gastara menos dinero en impuestos podría invertir más en crear puestos de trabajo calificados en Estados Unidos para comenzar a producir en el país.

Sin embargo, diversos analistas criticaron a Nike al afirmar que las grandes empresas –y especialmente ésta- muchas veces hacen promesas que nunca cumplen. Y son muchos más los que están convencidos de que es factible que pase lo contrario de lo que anuncia. Es decir, Nike tendrá más facilidad para importar productos fabricados en Asia, cuyos países últimamente están aumentando sus costos laborales.
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FashionNetAsia / Comunidad Textil
 


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