Planta de maquila en la Zona Franca Las-Mercedes, en Nicaragua

Planta de maquila en la Zona Franca Las-Mercedes, en Nicaragua

La ONG Oxfam denunció, en su último informe publicado recientemente en Madrid, las críticas condiciones laborales a las que se enfrentan las trabajadoras de las empresas maquiladoras de la industria textil de países en desarrollo. El informe se refiere especialmente a industrias instaladas en países de América Central.

La organización no gubernamental Oxfam asegura que los trabajadores -en su mayoría mujeres- reciben salarios mezquinos y trabajan en un ambiente tóxico donde falta de prestaciones contrastan con el modelo de ‘comercio justo’ que propugna la entidad.

OXFAM asegura que «una fábrica (maquila o no) para la producción de prendas de vestir para exportación es, desde hace décadas, sinónimo de violación de los derechos humanos y laborales para una cantidad significativa de trabajadoras y trabajadores en los países en desarrollo».

Explica que las condiciones son insostenibles: salarios de 1,3 euros diarios, jornadas de 68 horas semanales, ambiente insalubre, ausencia de prestación en caso de enfermedad o restricciones a la afiliación sindical. “Una suma de factores que determina una gran similitud con la jornada laboral de las mujeres de algunas mega factorías textiles en India asociadas a grandes marcas internacionales”, señala.

Maquila IBISSegún Oxfam, «aunque toda regla tiene excepción y la diversidad de casos es muy considerable, se puede afirmar que la deslocalización de la industria europea de fabricación de prendas de vestir ha traído consigo importantes niveles de precarización del trabajo en países en desarrollo».

La trabajadora promedio en una maquila es de una mujer joven, de entre 18 y 35 años, porque existe una regla no escrita de no contratar a mujeres mayores de 35 años, según la ONG. Además, el nivel de escolaridad es bajo. En Honduras o Nicaragua, cerca del 80% de las mujeres no alcanzan estudios más allá de la primaria. Y según varios estudios, el 80% de las maquiladoras tienen hijos a su cargo.

El salario mínimo mensual de las maquiladoras de Centroamérica se sitúa en un rango que va entre 148 euros en Nicaragua y 300 euros en Guatemala, por debajo de lo legalmente establecido para otros sectores de actividad.

«En general», denuncia la organización, «las zonas francas textiles de Centroamérica representan un sistema entero que crece sobre la base de la feminización de la precariedad y la vulnerabilidad».

Fábrica de confeccionesPara muestra, el precio de venta de una camiseta de la Liga de Fútbol Americano, la NFL (25 dólares) es más de 300 veces lo que gana una mujer por coser una parte de ella (8 centavos de dólar). Cada hora la línea de ensamblaje debe de completar 167 camisetas, lo que significa, en efecto, que cada trabajadora debe de completar 12 camisetas en 60 minutos.

Ello sin mencionar todavía los problemas de salud «con recurrentes casos de inhabilitación de por vida». Las trabajadoras operan sin mascarillas para proteger los pulmones del exceso de polvo del ambiente, con sillas sin respaldo y temperaturas de más de 37 grados centígrados, por ejemplo, todo ello bajo un brutal sobreesfuerzo físico para lograr las altas metas impuestas en las fábricas.

Frente a ello, Oxfam Intermón (OI) propone la aplicación del modelo de ‘comercio justo’ con el que trabaja desde 1994. Actualmente, más de 76.000 mujeres se benefician de la relación comercial directa que sostiene la ONG con organizaciones de comercio justo en todo el mundo. De ese total, más de 2.400 mujeres forman parte de organizaciones de productos textiles con las que la organización colabora en el presente de forma directa.

 
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Fashionmag / Comunidad Textil
 


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